El método Popovich: el hombre que diseñó la leyenda de los Spurs
Desde hoy, San Antonio volverá a ser protagonista de los playoffs en la liga más poderosa del mundo; cómo una franquicia al borde del abismo se convirtió en una dinastía desde la llegada del entrenador
SAN ANTONIO, Estados Unidos.- "Nunca imaginamos que pudiéramos ser tan exitosos durante tanto tiempo", confiesa Jared, un texano de ascendencia mexicana que nació hace 53 años en la metrópolis que esta noche volverá a vibrar cuando San Antonio Spurs, el único equipo de la ciudad en una de las cinco ligas norteamericanas importantes, hará su presentación en los playoffs de la temporada 2016/17 frente a los Memphis Grizzlies, en el primer juego por los cuartos de final de la conferencia Oeste, a las 21 de la Argentina, con transmisión de ESPN.
Los Spurs son el emblema y el orgullo de su población, la bandera de la tierra que con su nombre rinde culto al santo portugués Antonio de Padua. Cada rincón de San Antonio tiene algo suyo: una frase, una foto, una bandera, un graffiti. Incluso los padres deciden bautizar a sus hijos en homenaje a sus héroes. Es el caso de Ginóbili San Miguel-Ramírez, uno de los siete nenes que nacieron en 2005 y cuyos padres decidieron que lleven como nombre el apellido del argentino. Ginóbili, el chico, fue protagonista en diciembre de 2015 de un encuentro con el bahiense en la previa de un partido frente a Utah Jazz. Renee, su madre, explicó los motivos de su decisión a la nacion: "Él es un jugador fantástico y nosotros hemos sido fanáticos de los Spurs durante toda nuestra vida".
La mayoría de los habitantes de San Antonio nunca había soñado con que su ciudad se convirtiera en una de las más importantes de la NBA, ni con ganar cinco anillos en dos décadas ni con clasificar durante veinte años consecutivos a la fase decisiva ni con convertirse en una de las fuerzas dominantes de la liga de básquet más poderosa del mundo.
Parecía una utopía que en San Antonio -un mercado chico que en 1973 recibió una franquicia de la American Basketball Asociation que había tenido poquísima aceptación en Dallas, una plaza que entre 1985 y 1989 estuvo a punto de perder a los Spurs por su paupérrima producción y por el bajo aforo de cada juego- se consolidara una de las dinastías del deporte estadounidense en el siglo XXI.
Los últimos 20 años refutaron esa teoría, dos décadas trazadas por un único denominador común: Gregg Popovich, el hombre más importante en una estructura tallada a mano por él mismo.
Antes de asumir como entrenador, Popovich fue asistente de Larry Brown en los Spurs desde 1988 hasta 1992. Tras un breve paso como segundo entrenador en Golden State Warriors, volvió como gerente general en 1994 cuando Peter Holt, el actual dueño del equipo, compró a la franquicia. En una de sus primeras medidas mostró que no le iba a temblar el pulso y se deshizo de Dennis Rodman. Fue mánager general durante casi dos años hasta que en la temporada 1996/97 despidió a Bob Hill y asumió el cargo que hasta hoy mantiene.
"Muchos han sido fundamentales pero creo que nada hubiera sido igual sin Popovich", reflexiona Tom Orsborn, quien durante los últimos 31 años cubrió el día a día de los Spurs para el diario local San Antonio Express-News.
Su primera temporada terminó con un récord de 20 triunfos y 62 derrotas, aunque en la NBA no siempre es una mala noticia perder: los Spurs ganaron la lotería del draft y eligieron a Tim Duncan, probablemente el mejor ala pivote de la historia. Con Duncan y David Robinson, Popovich diseñó un equipo que giraba en torno a "las dos torres" y obtuvo su primer anillo en 1999.
El resto de la historia, más cercana, se escribe sola: ese mismo año eligió a Manu Ginóbili, dos años más tarde a Tony Parker y sentó las bases del equipo que haría historia con sus títulos en 2003, 2005, 2007 y 2014.
Pero detrás de los anillos se esconden otros méritos que le permitieron a Popovich, y especialmente a San Antonio, consolidarse como candidatos naturales cada temporada durante las últimas dos décadas en una competencia tan igualada que los ciclos de éxito suelen ser considerablemente más exiguos. Ni siquiera el retiro de Duncan pudo con ellos: con Kawhi Leonard como líder, otra vez ganó más de 60 partidos y por primera vez en su historia hilvanó dos temporadas seguidas con más de seis decenas de triunfos.
Popovich diseñó un sistema, más allá de su estilo coyuntural, en donde el espíritu del equipo y su defensa inexpugnable -este año terminaron otra vez como la mejor defensa de la NBA- constituyen los cimientos del proyecto.
El paso del tiempo y el envejecimiento del trío Duncan-Parker-Ginóbili parecía un problema para el entrenador pero también lo supo resolver: consiguió a Leonard en un traspaso con Indiana que en aquel 2011 casi nadie lograba explicar y con su fantástico equipo de desarrollo, sumada a la ética de trabajo del propio Kawhi, lo convirtió en uno de los jugadores más completos de la liga. Transformó a jugadores que eran despedidos en otros equipos en piezas importantes -Boris Diaw, el mejor ejemplo- e incluso convenció a un agente libre de la talla de LaMarcus Aldridge para que se mudara a San Antonio.
Hoy, cuando el AT&T Center vuelva a vibrar con otra noche de playoff, Popovich saldrá al parquet para dirigir a sus Spurs, que otra vez volverán a ser candidatos al título. Como cada año hace veinte temporadas.
Con Cleveland vs. Indiana comienza la etapa decisiva. En el tercer turno, los Spurs recibirán hoy a Memphis. En una serie que promete ser durísima para Ginóbili y sus compañeros, San Antonio tomó con alivio la lesión de Tony Allen, escolta de los Grizzlies y uno de los mejores defensores de la liga, que volvería dentro de un mes. El campeón también hará su presentación hoy en los playoffs de la NBA: los Cleveland Cavaliers de LeBron James se enfrentarán con Indiana Pacers desde las 16 (hora argentina). Los CAVS no han mostrado su mejor nivel durante el cierre de la temporada regular, pero liderados por su estrella siempre crecen en la postemporada. También por la conferencia del Este, Toronto Raptors y Milwaukee Bucks se cruzarán en un duelo electrizante que tendrá al gigante Giannis Antetokounmpo, un alero de 2.11 que suele jugar como base en los Bucks, como principal atractivo. El cruce será a las 18.30, en Canadá. En tanto, a las 23.30, Los Angeles Clippers serán locales ante Utah Jazz en una serie que promete ser la más pareja del Oeste.
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