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Se terminó la espera y el calvario de luchar por recuperar parte de una gloria que lo ubica con 16 anillos de la NBA. Los Angeles Lakers relucen y se sienten nuevamente vivos. Le llevó una década regresar a una final de Conferencia, pero lo lograron. Eliminaron a los Houston Rockets por 4-1, en el último juego por 119-96 y el nombre de LeBron James quedó en lo más alto del firmamento. De la mano de The King la franquicia de California terminó la angustia de tener que mirar por TV cómo otros luchaban con el tesoro.
Resultó una victoria significativa para todos. Incluso, para LeBron James representó también importante porque volverá a unas finales de conferencia después de dos años y, si bien parece poco, para la estrella de la NBA era toda una curiosidad, porque hasta ese año había llegado en 10 ocasiones a la definición de una Conferencia, seis con Cleveland Cavaliers y cuatro con los Miami Heat. Además, es la novena vez que llega a esta instancia en las últimas 10 temporadas: la única ausencia en playoffs fue la temporada anterior, en su primer año en los Angeles.
Fueron un calvario para los Lakers estos últimos 10 años. Seis años sin playoffs, nueve sin pasar de segunda ronda, siete entrenadores diferentes para recuperar la gloria, temporadas de menos de 30 victorias... Por eso el éxito ante los Rockets resultó de redención. Y Lebron estuvo a la altura de la cita: 29 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. Fue una noche de alta conexión para los Lakers, porque seis jugadores tuvieron números de dos dígitos: Antonhy Davis (13 puntos), Kyle Kuzma (17), Markieff Morris (16), Danny Green (14) y Kentavious Caldwell-Pope (10).
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Fue duro para el "small ball" de los Rockets sostener el ritmo de su rival, apenas James Harden se mostró capaz de seguir el ritmo: 30 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias. Su compañero de fórmula Russell Westbrook sólo aportó 10 tantos (4 rebotes y 6 asistencias), mientras que Gordon, Covington y Tucker no lograron entrar en sintonía y entre los tres sólo sumaron 18 puntos.
Todas las luces apuntaron a LeBron James la estrella por la que apostaron los Lakers para tener nuevamente el privilegio de celebrar como cuando Kobe Bryant dominaba la escena. Y The King no se corre de ese lugar de hombre poderoso: "Es la razón por la que quería ser parte de esta franquicia, para llevarlos de vuelta a un lugar en el que estaban acostumbrados a estar. Y eso es competir por un campeonato", dijo LeBron James tras la victoria ante los Rockets.
Y finalizó: "Soy un ganador y siempre he sido un ganador ... Entiendo por lo que los fieles de los Lakers estaban pasando la última década, no estar en la postemporada o competir por campeonatos. Yo también asumí esa responsabilidad".
Completamente fuere de eje todo el equipo de los Rockets era posible que sucediera cualquier intercambio con sus rivales. Sin embargo, lo curioso es que la situación incómoda se dio con el público... ¿Cómo es eso si es una burbuja cerrada que generó la NBA en Disney?
Russell Westbrook intercambió palabras muy subidas de tono con alguien de la sección familiar durante el último cuarto del encuentro y todos se quedaron sin palabras porque no entendían qué sucedía. Lo cierto es que la seguridad de la NBA le pidió al hombre, identificado por la cadena de televisión ESPN como el hermano del base de los Lakers, Rajon Rondo, que abandonara el juego.