No estuvimos ni cerca de pelear por el anillo
Por Manu Ginóbilli Para LA NACION
SAN ANTONIO.- Todos me conocen y saben que para mí no es lo mismo ganar o perder, pero la verdad es que hubo temporadas en las que terminé más amargado que ahora. A veces perdés porque te equivocaste en una jugada o porque te metieron un tiro increíble. Acabo de terminar mi octava temporada en la NBA con San Antonio, así que me ha pasado de todo, pero esta vez las cosas fueron muy claras: ellos jugaron mejor que nosotros. Fue 4-0, así que no hay muchas dudas. El mérito es de Phoenix, los felicito y se acepta la derrota.
Si tengo que analizar la serie, lo primero para decir es que en cada partido nos superaron por un motivo distinto. En el primer cruce, nos contraatacaron mucho y nos ganaron los rebotes. Hablamos en el grupo y dijimos: "Esto no puede volver a suceder". Y no pasó. En el segundo, también en Phoenix, tuvimos más puntos de contraataque que ellos, más rebotes, más asistencias? y ellos ganaron igual. Siempre encontraron un jugador que marcó la diferencia y les solucionó todo.
Fundamentalmente, ellos metieron la pelota cuando contaba, en los momentos importantes. Lo que hicieron en los últimos cuartos fue realmente impresionante. Tratar de frenarlos es muy difícil, porque tienen a Amare Stoudemire, que es un tren rolando por el centro de la cancha, que te vuelca todas las pelotas si no hacés ayudas. Y cuando lo cerrás, encuentran soluciones por afuera, porque Phoenix Suns es el equipo de la NBA con mejor porcentaje de tiros de tres puntos de la historia, y los ajustes son muy difíciles.
Por momentos entraba Channing Frye como pivote, nosotros metíamos cambios, rotábamos por todos lados, pero siempre nos supieron castigar con las ayudas.
Encima lo tienen a Steve Nash, que es muy bueno buscando situaciones de gol cómodas para sus compañeros. Hicieron muy bien sus cosas y metieron lo que tenían que meter para eliminarnos. Por algo ellos fueron el tercer equipo del Oeste y nosotros los séptimos.
Nos queda la alegría de haber eliminado, contra todos los pronósticos, a Dallas Mavericks. Que un equipo que terminó séptimo deje afuera al segundo es algo que sólo se dio cinco veces en 25 años, así que no está nada mal.
Aunque es muy difícil que no haya cambios, la base principal del equipo está. Tenemos buenos jugadores, buena gente, talento y experiencia, pero habrá que mejorar, porque está visto que no estuvimos ni cerca de pelear por el anillo.
Para la temporada que viene, tendremos que procurar arrancar jugando bien desde el primer partido y no desde el 50, como nos pasó este año.
Del resto de los playoffs, sigo creyendo que los Lakers son los favoritos para ser campeones. A pesar de los altibajos que tuvieron, llevan las de ganar. Lo que pasa es que Phoenix, jugando en este nivel, es un peligro. A todo lo bueno que tenían le sumaron una defensa un poco mejor y puede pasar cualquier cosa. Son muy buenos equipos. Y en el Este también, porque si Cleveland le gana a Boston Celtics, después, contra Orlando Magic, va a ser una batalla terrible.
Se terminó la temporada para mí, pero dentro de unos días empieza otra cuando lleguen Dante y Nicola. Estamos esperando con Many y la fecha límite que nos pusieron es el 21, aunque podrían venir antes. Al principio disfrutaremos de ellos en San Antonio y cuando tengamos el OK de los pediatras, nos vamos para la Argentina, una vez que los bebés puedan viajar. Queremos estar tranquilos, dedicarles tiempo a ellos y aprender. Somos nuevos en esto.
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