Quién es Luis Decio, el base que Ginóbili eligió en su quinteto ideal entre las figuras de la NBA
El escolta de San Antonio Spurs recordó a uno de sus compañeros en la categoría pre-mini de Bahiense del Norte; la historia de un jugador que no llegó a la gloria deportiva, pero dejó un buen recuerdo en el mejor jugador argentino de todos los tiempos
El programa "A la cama con Facu" ya es un clásico en la selección nacional de básquetbol. El base Facundo Campazzo le hace preguntas a uno de sus compañeros y en esta oportunidad le tocó el turno a Manu Ginóbili .
Allí hubo una frase que sorprendió. A la mayoría de los jugadores Campazzo le pide que elijan su quinteto ideal con basquetbolistas con los que haya jugado. Manu comenzó: "Base: Campazzo... seguro que no. Es muy difícil el base. Se van a enojar. Tengo cinco". Pero al final se decidió y dijo: "Luis Decio".
Luego mencionó a Carlos Delfino como escolta, a Andrés Nocioni como alero, a Luis Scola y Tim Duncan como ala pivotes, y a Fabricio Oberto como pivote, todos jugadores que actuaron en la NBA. Incluso el entrenador elegido fue de la NBA, Gregg Popovich. Pero, ¿quién es Luis Decio?
La respuesta es sencilla: fue uno de sus primeros compañeros, en la categoría pre-mini, en Bahiense del Norte. Y desde los siete años hasta los 16 lo tuvo de compañero en infantiles, cadetes, juveniles y hasta llegar a la primera.
A la cama con Manu
¿Cómo encontrar a Luis Decio hoy? No está mal empezar con Alejandro Navallo, que alguna vez fue su entrenador y sigue trabajando en Bahía Blanca. El aporta la información clave: "Cristina, su mamá, es secretaria de Bahiense del Norte". Ella nos cuenta que vive en España, que su vida está bastante alejada del básquet.
Se fue a vivir a Europa en 2001 y ahora tiene un tono bien español. No le molesta decirlo: "Es la mejor manera de adaptarse y acostumbrarse a vivir en un lugar que no es el tuyo. Además, estoy muy agradecido a España. Mi pareja, Begoña, me ayudó mucho en los momentos en los que estaba más solo. Eso sí, cuando juegan a cualquier cosa Argentina-España estoy de celeste y blanco aunque me traiga problemas en casa", dice entre risas.
Y cuenta cómo se enteró de lo que dijo Ginóbili: "Mis amigos en Facebook me empezaron a mandar mensajes. He tenido más felicitaciones de gente que nunca en la vida. Cuando me levanté, sólo mirar el móvil y tenía diez notificaciones y no entendía nada. Cuando vi el video me hizo mucha gracia".
Hace mucho que no lo ve a Manu: "El tiene que cambiar el móvil muy a menudo y hace mucho que no hablamos. La última vez que coincidimos fue en Bahía Blanca durante el lockout de la NBA (N. de la R.: en 2011). El estaba más calvo, yo más gordo y canoso, los dos más viejos...".
La carrera deportiva de Decio no tuvo mucho vuelo. Cuando Manu se fue a Andino para empezar su excursión en la Liga Nacional, él se quedó un año más en Bahiense, Luego jugó en el Federal B, con Hispano Americano de Río Gallegos, equipo que acaba de ascender a la Liga Nacional. Y tras otra temporada en su club, donde jugaba de manera amateur y no cobraba un centavo, se fue a España.
"Fui con la mentalidad de trabajar, pero coincidí en Gijón con Pancho Jasen (N. de la R.: otro conocido del básquet de Bahía Blanca que también llegaría a la selección). Al año siguiente estuve jugando Liga EBA (N. de la R.: la cuarta división después de ACB, LEB Oro y LEB Plata), con Grupo de Cultura Covadonga. Fue algo en lo que estuve de manera bastante irregular. Algunos años jugué, otros dejé".
Su trabajo principal en tantos años en España fue en la empresa Suzuki: "Trabajé en una cadena de montaje de motos durante 14 años. Son trabajos difíciles de llevar. Muy monótonos. Terminás siendo un robot que se acostumbra a hacer lo mismo y terminas cansado. Por suerte luego empecé con diseño gráfico y cartelería de publicidad. Ahora soy jefe de producción en una empresa de rótulos. En algún momento la pasé mal, pero al final tengo que decir que me han salido bien las cosas".
¿Qué recuerda de la época de Manu? "Me encantaba estar con él. Pasábamos mucho tiempo juntos. Entrenábamos y después nos íbamos a jugar a las escondidas. Él estaba todo el día haciendo bromas. Jodón todo lo que puedas imaginar y un poco más. Si estabas sentado en el banco te tocaba la nariz, te metía el dedo en la oreja. Era constante. No se quedaba quieto un minuto. Tal vez yo tenía el mismo carácter, por eso nos llevábamos tan bien. Después de un par de temporada de jugar juntos nos entendíamos con sólo mirarnos. Después, en los entrenamientos, era muy exigente. Y si perdía un partido se iba enfadado. Cualquier partido, no sólo los importantes".
-Algún periodista en Bahía Blanca dijo que vos eras mejor que Manu cuando jugaban en cadetes. ¿Es cierto?
-¡Noooo! El tema de Manu es que hasta cadete no lo acompañaba el físico, pero la calidad la tuvo desde minibasquet. Cuando pegó el estirón en juvenil se notó. Con el físico ya demostró lo que podía ser y fue imparable de ahí para adelante. En la Argentina, en Europa o en la NBA. Es imposible que yo haya sido mejor que él. No pasó en ningún momento. Eso no es correcto.
-Entonces, ¿porqué te eligió a vos?
-Yo tengo que ser sincero. Seguramente es un tema de recuerdos, de amistad. No tiene nada que ver con el juego. He sido un jugador normal y corriente. No he destacado en nada. Emanuel tenía para elegir a varios fenómenos: Pepe Sánchez, Alejandro Montecchia, Pablo Prigioni, Tony Parker... Hasta su hermano, Sepo. No debe haber querido quedar mal con ninguno de ellos.
"Me encantaba ir a entrenar, quedarnos después de las prácticas jugando a cualquier cosa, pasábamos todo el día juntos. Son montones de recuerdos, pero lo que más disfrutaba era cuando jugábamos, era tan fácil jugar con él...". Esa mezcla de alegría y nostalgia es lo que hoy guarda Luis Decio. El base que eligió Manu.
jt