Los playoffs ya tienen otro sabor: Manu Ginóbili y San Antonio no se entregan
SAN ANTONIO.- Qué importa cuándo sea el final. Qué sentido tiene pensarlo cuando dentro de la cancha hay más historias para contar. No tiene ninguna lógica detenerse a pensar en el día después. Manu Ginóbili y sus Spurs, sí sus Spurs, son leyenda porque escriben capítulos cada juego para acceder a esa categoría. Más allá del resultado final de esta serie con Golden State Warriors , la franquicia del Oeste no quería dejarse pasar por encima y mucho menos el bahiense que tuvo un partido para dejar en claro que sin duda que queda cuerda. Es un animal competitivo que a los 40 años va a vender muy cara su derrota. Y si bien es cierto que la serie ahora está 3-1 para Golden, que San Antonio hizo un buen juego para imponerse por 103-90, lo que cuenta aquí es que esta carrera de playoffs ya tiene otro sabor.
Si se trata de orgullo, este equipo sabe bien de esta cuestión. Cuando lo pusieron contra las cuerdas para tratar de llegar a la postemporada dio el paso al frente en su casa y salvó su honor con las victorias ante Portland y Sacramento. Y parece que el cuarto juego contra Warriors representó el mismo desafío. Estos Spurs, el modelo más modesto de los últimos 16 años, sobreviven porque tienen la esencia de una franquicia con estirpe de campeón. Pareció no poder soportar la idea de recibir otro cachetazo del campeón vigente y dio el paso al frente con autoridad porque estaba en su casa. La casa que supo disfrutar de jornadas de anillos de la NBA.
Sentados a un costado de la cancha, Dante, Nicola y Luca, los tres uniformados con la camiseta 20 de los Spurs, se dieron el gusto, una vez más, de ver cómo papá Manu salía a competir como siempre. Y también cómo nuevamente el apellido Ginóbili quedaba grabado en la historia de la NBA. Es que el bahiense se convirtió ayer en el máximo anotador de tres puntos en playoffs con 322 aciertos, detrás de LeBron James (337) y de Ray Allen (385). "Yo sé bien lo viejo que es Manu porque jugué con él y también sé qué tipo de competidor es. Quizá por eso me puso contento el último triple que convirtió", dijo Steve Kerr, el entrenador de los Warriors.
El doble y el grito de festejo que marcó la noche
Y casi que todos en el AT&T Center tuvieron el privilegio de ser testigos de registros que parecen normales pero que en un tiempo más se podrá tomar dimensión de lo que está haciendo el argentino y a los 40 años. Esta ciudad pareció convertirse en una porción de la Argentina, al menos, por una jornada. Es que el celeste y blanco se multiplicó por todos lados y llegaron hasta aquí, por ejemplo, desde Jujuy. Se les sumaron los propios fanáticos locales que eligieron vestirse con camisetas de la Argentina y el Ginóbili en la espalda. Claro, la sensación de sentir que podía ser el último baile de Manu en la NBA, empujó a todos a querer rendirle, de alguna manera, un homenaje. Aun cuando en los últimos días se encargó el propio Manu de explicar que no piensa en esas cuestiones por el momento.
Estalló el estadio cuando pisó por primera vez el argentino el AT&T Center a los siete minutos del comienzo del juego. Y se trató de una expresión de cariño genuina y no tuvo sabor a despedida. Aquí parecen estar dispuestos a rendirle todo el tributo posible a uno de los hombres que les dio cuatro de los cinco anillos que tiene la franquicia. Quedó en claro que no importa si se trata del final, lo de esta gente con Ginóbili se trata de un amor que no sabe de fechas de vencimiento.
Anda por ahí también Many llevando a los Mellizos al Family Room en un descanso, se acomoda en la silla Paulo Macccari, el primo de Manu, todos están en una jornada más. En una de las tantas batallas que dio el bahiense en 16 temporadas de la NBA. Es tierra de Ginóbili esta cancha y aquí también consolidó su condición de estrella de la competencia. De qué otra manera se lo puede calificar a un jugador que en este encuentro se ubicó en el sexto lugar de los jugadores con más partidos en la historia de los palyoffs con 217 partidos disputados superando nada menos que a Shaquille O’Neal (216). "No sé qué toma para jugar de esa manera a los 40 años, pero me gustaría averiguarlo para poder hacer lo mismo cuando llegue a su edad", dijo su compañero Rudy Gay.
Fue un juego 4 de serie de playoffs en el que todo resultó para los Spurs como lo necesitaban y sin ninguna duda que casi ideal para Ginóbili que con 16 puntos se convirtió en el primer jugador con 40 en ingresar desde el banco en playoffs y marcar más de 10 puntos en dos oportunidades. Es cierto que pueden resultar números fríos, pero cuando se pone en contexto que los rivales entienden como natural que el 20 de los Spurs los haga aún con 4 décadas encima es posible comprender la dimensión de sus logros: "Es un gran competidor. Anota de tres puntos, de dos, defiende, hace lo que necesita su equipo. Es simplemente genial", dijo justamente Kevin Durant, que quemó las redes con 34 puntos. Y cuando le preguntaron a Draymond Green si pensaba que Ginóbili podía competir un año más, el alero de Golden hizo un gesto como que le resultaba lógico que podía hacerlo y respondió: "Es un jugador increíble, pero es su determinación".
Si fue la última función del 20 de los Spurs en esta ciudad, es un interrogante que no se develará hasta dentro de un par de semanas largas, aunque si fue así, Manu Ginóbili no se llevó nada a su casa, dejó la piel aquí, así como lo hizo en los últimos 16 años.
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