Básquetbol / El Premundial de Puerto Rico. Una caída con mejores síntomas
Pese a la derrota por 76-67 ante Brasil, la segunda en el certamen, el seleccionado evidenció una superación en varias facetas del juego; hoy, ante Panamá, un partido clave
SAN JUAN DE PUERTO RICO.- La Argentina creció unos centímetros, mejoró su actitud competitiva, respetó su estilo, no se descontroló nunca, luchó con altísima entrega, mostró una defensa superior a la de los anteriores compromisos y algunos jugadores empezaron a ver el aro un poco más grande. Un paso al frente que no alcanzó frente a un Brasil sorprendentemente equilibrado y maduro, que aprovechó todo su potencial (como hacía años no ocurría) y se impuso 76 a 67, en el cotejo que ayer abrió la 3ra jornada del Premundial clasificatorio para Turquía 2010.
Suena extraño y resulta desacostumbrado hablar de conformidad en la derrota, especialmente cuando el adversario fue un clásico rival de años. Sin embargo, todo venía tan trabado y desafortunado, que haberle jugado de igual a igual a Brasil, candidato al título en este torneo, resultó tranquilizador y mejoró las expectativas para el resto del certamen. Hay que convencerse de que las épocas de glorias, de grandes hazañas, deben quedar en la memoria y que hoy la realidad es otra y debemos aceptarla, sin dejar que el exitismo o el recuerdo nos traicionen. Sólo con criterio e inteligencia se volverá a ser grande cuando se despida definitivamente la Generación Dorada. Por eso ahora, que las principales estrellas no vinieron a Puerto Rico, es lógico entender que exista conformidad con el rendimiento sin compararlo con el resultado.
La Argentina siempre estuvo cerca en el tanteador. La máxima diferencia fue de 16 puntos (43 a 27) sobre los 3 minutos del tercer cuarto. Sin embargo, cada vez que se acercó a 4 o 5 tantos, inmediatamente el rival respondió con dos o tres dobles rápidos o cerró con un triple cada cuarto, que aplacaron la ilusión. Pese a que se controló a Brasil en muchos lapsos, por la pericia y habilidad de ellos se sufrieron muchos contraataques devastadores. Y si los brasileños hubiesen estado más finos en sus tiros del primer tiempo, quizá la ventaja grande habría surgido antes.
Leandrinho, con su velocidad y envíos a distancia, Anderson Varejao, con un completísimo trabajo en los rebotes, la defensa y anotando puntos, y Marcelo Huertas, la figura (8 de 12 dobles, 7 rebotes y 5 asistencias), sostuvieron a su equipo cada vez que los argentinos le pisaron los talones.
Brasil jamás perdió la paciencia ante la presión oponente y se equivocó mucho menos. No se desesperó en el armado de sus acciones bien entretejidas, respetó el libreto, no se desbordó ni apuró los tiros. Una cara jamás vista en los últimos 7 u 8 años. Sin dudas, éste es un equipo distinto, en el que ya se nota la mano del español Moncho Monsalves.
Y lamentablemente para la Argentina, nunca pudo ponerlo en una situación de más aprieto, como para saber hasta dónde el rival mantendría la calma. Jamás logró pasarlo en el tanteador como para saber si perderían la línea. Una pena...
De todos modos, lo rescatable es que nuestro seleccionado lució más enfocado y decidido, con hombres que fueron creciendo en su aporte, como Luis Scola y Federico Kammerichs. Sigue faltando el tiro exterior, el triple tan indispensable para abrir defensas (ayer embocó 4 de 21), pero se sabe que es una cuestión mental y de confianza y que los especialistas Paolo Quinteros (1 de 5), Leo Gutiérrez (1 de 3) y Pablo Prigioni (0 de 8) en algún momento comenzarán a mejorar.
No se pudo ganar porque Brasil demostró ser superior, tener más talento y haber cambiado su mentalidad de básquetbol descontrolado y sin concentración defensiva; sus hombres fogueados en la NBA y en Europa le cambiaron la cara. Contra eso, un equipo inferior en capacidad individual y en plan de reconstrucción, sin eficacia en triples, nada puso hacer, más que luchar dejando la última gota de sudor y esperar que los próximos rivales no resulten tan complicados para seguir soñando con la clasificación.
- Oveja Hernández: "El desgaste fue grande"
Sobre Panamá, el rival de hoy, a las 22, al que la Argentina está obligada a vencer, Sergio Hernández señaló: "Vamos a jugar con esa presión, pero estamos acostumbrados. Gracias a Dios jugamos a última hora, porque el desgaste con Brasil fue muy grande y vendrán bien unas horas más".
Ganar por 13 o mas puntos
Panamá venció a Venezuela por 80-71 y obligó a la Argentina a vencer hoy a los panameños por 13 o más tantos para evitar la eliminación en el triple empate. De ganar por menos, deberá batir mañana a Dominicana. Ayer, Canadá 87-Islas Vírgenes 67, y anteanoche, Puerto Rico 85-I. Vírgenes 74.
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