Después del exitoso debut. "Boca puede ser campeón"
Héctor Veira hace un análisis de su equipo y asegura que es candidato a ganar el título.
La tradición de Boca no admite grises: blanco o negro, bueno o malo... campeón o nada.
Cada vez que empieza un nuevo sueño, la amplia gama de emociones surge espontáneamente. La escenografía, como siempre, es un estadio lleno, con las gargantas de los hinchas al rojo vivo, cebados por la necesidad de una vuelta olímpica.
Héctor Veira está obsesionado con un título desde que llegó. No quiere irse de Boca sin vestirlo con un campeonato. Más distendido y feliz por el triunfo ante Argentinos, analizó con lupa a su equipo junto con La Nación .
El equipo halló una identidad.
"Es verdad. Quizás antes no teníamos un estilo de juego definido. Pero ahora Boca tiene lo elemental: funcionamiento de equipo. Nuestras producciones solían ser desconcertantes, porque en un momento éramos el Santos de Pelé, y al rato cometíamos errores infantiles. Logramos el equilibrio que yo buscaba".
Cambió en el aspecto táctico.
"El equipo es más agresivo. Hiere más al rival en el área. Está siempre pensando en el arco de enfrente. Antes, tal vez, retrocedíamos demasiado nuestras líneas para contraatacar y nos dejábamos acorralar por el rival. Hoy, son muy pocos los que le pueden llegar a Boca con claridad".
Tiene el arco bien protegido.
"Desde que llegó Córdoba no pasamos más sobresaltos. Es un arquero que te da confianza y se la transmite a los defensores. Por algo tuvo la valla menos vencida en el torneo Apertura. Es una pieza fundamental del equipo".
La defensa es más segura.
"Desde que llegué, sin lugar a dudas, es lo que más hemos mejorado. Antes teníamos varios desacoples y nos llegaban con facilidad. Ahora hay que hacerle un gol a Boca. Castillo, Bermúdez, Fabbri y Arruabarrena están atravesando por un momento excepcional".
Latorre no perdona.
"Lejos o cerca del área, con la pelota en sus pies, Diego Latorre es un arma mortal. A su gambeta, le sumó gol, y precisión para dejar a un compañero cara a cara con el arquero. Es el jugador que desequilibra en Boca. El distinto".
Palermo se amigó con el gol.
"Ni bien llegó, le costó un poco. Pero a partir de la mitad del torneo pasado probó que también puede ser letal en el área. Además, es un jugador sacrificado; colabora mucho para recuperar la pelota y nunca se rinde. Puede llegar a ser uno de los goleadores del torneo".
Superó los momentos difíciles.
"Lo que ocurrió con Gustavo Barros Schelotto ya pasó. Fue un golpe duro, pero el plantel lo absorbió muy bien. ¿Si algún día podrá volver a Boca? Quién sabe. No soy un hombre rencoroso y estoy predispuesto al diálogo. Se verá en el futuro".
Tiene con qué ilusionarse.
"Este equipo está para grandes cosas. Prefiero ir paso por paso. Igual, no te voy a negar que Boca puede ser campeón".
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