El boxeo argentino recibió un golpe de atención en Las Vegas

LAS VEGAS.- El tandilense Matías Rueda sucumbió drásticamente ante su propia realidad, basada en la inexperiencia y el engaño de un 2º puesto en el ranking mundial - fundamentado en la paga arancelaria por posesión de títulos regionales de escasa reputación - frente al devastador invicto mexicano Oscar Valdéz, quién lo batió por KOT en el segundo round capturando el cetro pluma ( OMB) - vacante-, tras derribarlo en dos oportunidades y dominarlo a voluntad.

Toda la inmensidad expuesta por el casino MGM Grand de Las Vegas, en cada velada internacional, contrastó con la soledad e impotencia del púgil de Tandil, que a los 28 años y con una carrera bulliciosa - a nivel local- de 26 victorias ( 23 k.o), fue presa de su inmadurez y límites técnicos causantes de este pobre desempeño. Su lanzamiento hacia este tipo de competencias fue una consecuencia alocada de su convicción desmesurada en su golpe de derecha y en el aventurero empujón que le dio su equipo hacia lo que terminó siendo, un juego peligroso; mas allá de un sin fin de teorías, ilusas y épicas, que invitaban a soñar con una frase milagrosa en éste trabajo: "¡Si mete una mano!"

El proceso final de la derrota de Rueda es un severo llamado de atención a todos aquellos que por conveniencia o ineptitud aceleran el período de madurez de un boxeador con ciertas posibilidades futuras - tal éste caso- , en momentos indebidos, irrespetando procesos que sólo se logran con tiempo y esfuerzo. Y no sólo provocan traspiés dramáticos sino - también - un sinfín de dudas sobre el futuro deportivo y personal del atleta derrotado. No es un tema menor. Sobre todo cuando emergen, en esta ocasión, culpables e inocentes.

Tiene velocidad, potencia y corazón .Denuncia - aún- las falencias naturales de alguien que transita por un período formativo en el boxeo profesional. Adaptarlo será la gran virtud de quienes lo manejan. Acelerarlo, motivará repetir los conceptos que originan esta crítica periodística.

Como contrapartida a esta "noche negra", la ilusión, le esperanza y el futuro, apuntalaron a los invictos argentinos Fabián Maidana y Alan Castaño, ganadores en San Antonio ( Texas), contratados por el poderoso empresario Al Haymon y en TV abierta por NBC.

Castaño, un pibe bravo de 23 años, crecido en los arrabales matanceros, entre San Justo e Isidro Casanova, prolongó la racha productiva que su hermano mayor: Brian, rubricó ante Marcos Upshaw, hace una semana. Alan doblegó, sin sobresaltos, al norteamericano Aaron García, por puntos en 8 rounds. Consolidó su condición de imbatido en 11 peleas y sus atributos expuestos en el cuadrilátero lo definen como un semifondista inquietante. Por ahora, eso.

El bonaerense Roman Reynoso, de 25 años, ex campeón sudamericano pluma y poseedor de un record de 18 victorias, una derrota y dos empates, quién igualó con el invicto tejano Aaron López, en el Foxwoods Casino de Connecticut, el más grande de Estados Unidos, en la pantalla prestigiosa de la cadena Showtime. Se agrega, a estos apuntes alentadores, el regreso al cuadrilátero del bonaerense Diego Cháves, tras casi dos años de inactividad , por problemas contractuales, superó al cordobés Jorge Miranda, por KOT en 5 round en Moreno, constituyéndose , otra vez, en la carta mas tentadora de contratación que ofrece el mercado boxístico nacional.

Fabián , de 24 años, hermano menor de Marcos "Chino", Maidana, ex bicampeón mundial, afianzó su campaña con 10 victorias consecutivas (7 K.O) , debutando como fondista, ante el respetable puertorriqueño Jorge Maysonet. Evidenció su noviciado pero, además, su "pasta" de figurita interesente.