El nuevo reto para Brian Castaño: “Soy de los que pelean mejor cuando el desafío es más complicado”
Los aires de París le sientan bien a Brian Castaño . Se lo percibe en su voz, se lo advierte en su tranquilidad, se lo intuye en sus ilusiones. Allí, a orillas del rio Sena y con la Torre Eiffel iluminándolo, intentará agregar más brillo a su promisoria campaña como campeón mundial. Este sábado, en el fastuoso auditorio La Seine Musicale, defenderá por segunda ocasión el cetro regular de los superwelters de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), contra el local Cédric Vitu, ubicado 12º en el ranking del organismo. "Estoy con muchas ganas defender mi corona y de no dejar dudas de por qué soy el campeón mundial", advierte Boxi, apenas comienza la charla telefónica desde la capital francesa.
A los 28 años y con un registro invicto de 14 triunfos (10 por KO), el bonaerense Castaño está ante un combate decisivo para sus aspiraciones futuras. Si bien Vitu, de 32 años y un palmarés de 46 éxitos (19 KO) y dos derrotas, está lejos de tratarse de un adversario de primer nivel, es ideal como para que el campeón siga asentando sus condiciones boxísticas con miras a choques más relevantes y redituables. Por eso, lejos de subestimar las condiciones del retador, Castaño sabe lo peligroso que puede resultar un oponente que no tiene nada por perder. "Tengo bien claro que el que arriesga el prestigio soy yo. Mucho de lo que pase en este combate será determinante para lo que realmente quiero, que es afrontar peleas grandes", expresa.
–¿Por qué elegiste combatir con Vitu y no con un rival de renombre?
–Me encuentro en una etapa de crecimiento y es ideal sumar experiencia contra rivales que no tienen tanto renombre pero que pueden resultar exigentes. Además, pesó la oferta económica. La bolsa de esta pelea es mejor que si peleara en Estados Unidos...
–¿Qué sabés de Vitu?
–Es zurdo, movedizo y de buena línea técnica. No le gusta mucho el intercambio de golpes. No creo que pueda aguantar mi ritmo de combate si logro acortarle el ring.
Para Castaño será la segunda presentación en tierra francesa. El año pasado, en Evian, no dejó dudas de su boxeo estilista y vigoroso al derrotar por puntos al franco-marfileño Michel Soro, a pesar de las clara intención que tuvieron los jurados y el promotor local, Michel Acaries, de perjudicarlo. Si bien el contexto ahora parece estar lejos de ese antecedente, el campeón es consciente de que arriba del ring debe dejar todo. "Estoy muy tranquilo porque en la organización del combate hay gente seria, como Richard Schaefer [ex CEO de Golden Boy Promotions], y confío mucho en mis condiciones. Además tengo el respaldo de mi promotor, [Sebastián] Contursi, que ya demostró que sabe cómo evitar que me roben", dice Brian, que ostenta la corona de la AMB de los medianos juniors desde el 26 de noviembre de 2016, cuando le ganó por nocaut al puertorriqueño Emmanuel De Jesús en González Catán.
Este brillante presente de Brian Castaño tiene detrás un camino lleno de sacrificios y dramas. Boxi –lo apodan así por el Boxitracio, un personaje del dibujo animado Súper Hijitus– nació y se crió en el barrio La Chaca, de Isidro Casanova. A los 11 años encontró en el boxeo la puerta de salida a los peligros de la calle. Sus buenas condiciones pronto lo llevaron a integrar la selección amateur y lo posicionaron como la mayor promesa del pugilismo local. Sin embargo, la detección de una afección cardíaca y algunos litigios contractuales con quien fue su manager, Osvaldo Rivero, amenazaron con extinguirle la carrera. Pero en 2015 emigró a Estados Unidos y rápidamente consiguió gratificaciones, gracias a su estilo boxístico.
–¿Qué cambió en vos y en tu estilo de boxeo desde que te preparás en Estados Unidos?
–En Estados Unidos no hay distracciones: es entrenarse de lunes a lunes durante dos o tres meses sin parar. Físicamente mejore muchísimo y eso me permitió explotar mejor mi potencial técnico. Ahora puedo aguantar los doce rounds tirando golpes, porque nivel de sparrings es mucho más exigente.
–¿Cómo juega en tu cabeza que haya tantas expectativas sobre tu futuro?
–Me estimula mucho que la gente confíe en mis condiciones, me obliga a trabajar con más responsabilidad para seguir creciendo. Alguien me dijo que al cinto siempre tengo que llevarlo en cintura, nunca en la cabeza.
–¿Qué tan preparado te sentís para afrontar compromisos unificatorios?
–Yo quiero hacer ruido en mi categoría. Física y mentalmente me siento preparado para unificar con cualquiera de los campeones superwelters. Confío mucho en mí, soy de los que se desempeñan mejor cuando más complicado es el desafío.
–¿Con quién te gustaría enfrentarte en caso de que le ganaras a Vitu?
–Mi objetivo es seguir creciendo deportiva y económicamente. Me gustaría pelear con el ganador de Erislandy Lara vs. Harrett Hurd, que en abril [sábado 7] unificarán los títulos de la AMB y la FIB [Federación Internacional de Boxeo].
Si un boxeador fuera medido apenas por la confianza en sus fuerzas, nadie podría torcerle el brazo a Brian Castaño. Y aunque la fe no gana peleas, en este deporte goza de una vital importancia. Boxi es consciente de esta ley. Por eso este sábado, en París, a orillas del río Sena, el argentino procurará demostrar que su madurez boxística no se restringe a las palabras.
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