Controles sorpresivos en Sydney
LAUSANA (Reuters).- Horas después de que el legendario Carl Lewis dijera públicamente que el tema del doping está peor que nunca, el Comité Olímpico Internacional respondió con el anuncio de una medida. Así, uno de cada dos deportistas que competirán en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 (10.000) será sometido a un análisis sorpresivo, según informó ayer el Organismo Mundial Antidopaje.
En la reunión celebrada aquí también se estableció que se realizarán más de 2500 exámenes fuera del período de competición a aquellos atletas que participarán en los Juegos, que comenzarán en septiembre próximo.
"El objetivo es tener una campaña activa de controles fuera de los escenarios de competencia desde ahora hasta que se inagure la actividad en Sydney", aseguró el abogado canadiense Dick Pound, vicepresidente del COI y titular del organismo antidoping.
Según señaló Pound, los controles empezarían el mes próximo en algunas federaciones y los restantes los instrumentarían a partir de junio.
El COI respaldará la campaña con unos 8 millones de dólares y algunos fondos quedarán destinados para buscar métodos para detectar la eritropoyetina (EPO). "El problema es que no existe aún un método científicamente seguro para detectar esa sustancia", explicó el sueco Arne Ljungqvist, de la comisión médica del COI.
"Esas medidas, más un importante trabajo de investigación de laboratorio, nos permitirán tener unos Juegos con pocas posibilidades para el doping", agregó Pound.
Durante los Juegos Olímpicos, las pruebas antidoping serán responsabilidad del COI y el Organismo Mundial Antidopaje actuará como observador.