Cuando aparece Nacho Fernández, Gimnasia sueña

LA PLATA.- El partido se encaminaba a un empate y los hinchas observaban resignados. Pero entró en escena Nacho Fernández, el distinto. El futbolista que aparece cuando sus compañeros lo necesitan. Como frente Nueva Chicago. Con un gol casi idéntico, también en tiempo descuento y para el triunfo 2-1. Se deslizó de derecha a izquierda, emulando a Messi, y sacó un zurdazo excelso que viajó al ángulo. El Bosque se sacudió, el silencio se convirtió en estallido y la angustia se transformó en algarabía. Gimnasia gana, sonríe y sueña.

La campaña del Lobo hizo un giro pronunciado, que llama la atención. Luego de la 7a fecha, momento del último traspié (2-3 ante River, como local), el equipo tenía apenas cinco puntos, había perdido el clásico en su casa y su entrenador Pedro Troglio era cuestionado; el rumor de su renuncia se instaló durante semanas.

Pero resurgió. Como lo hizo hace un año y terminó peleando el campeonato mano a mano con River, conducido por Ramón Díaz. Y en este nuevo renacer mucho tuvo que ver Troglio, que en pleno certamen no dudó en modificar el esquema y apostar por un dispositivo más audaz (pasó de un rocoso 4-4-2 a un ambicioso 4-3-3). Además, ubicó a los dos Fernández como titulares (Nacho y Álvaro pasaron de competidores a socios) y sorprendió con el ingreso de Nicolás Mazzola (que relegó a Pablo Vegetti, ahora en Colón).

Las estadísticas demuestran el enorme presente de Gimnasia: sexta victoria en cadena, once encuentros sin derrotas y una posición expectante en la tabla de posiciones, a cinco puntos de la cima.

Frente a Crucero del Norte, lejos estuvo de su mejor versión. Los extremos aparecieron poco, Álvaro Fernández casi no gravitó y sólo pudo acorralar a la visita en segmentos aislados. Y para colmo su defensa, que evolucionó tanto como el equipo, dejó algunas grietas que los misioneros supieron aprovechar.

Mazzola aventajó al Lobo; Lechner sorprendió y Crucero del Norte se abrazaba a su primer punto en primera división fuera de Misiones. Pero apareció Nacho Fernández para que Gimnasia sonría y sueñe.