Cuando "Chiqui" Tapia expide falsos carnets de argentinidad
BRONNITSY, Rusia – Cuando un país entero vive en "modo Rial" permanente, casi todo es posible. Así es que se llega a un domingo en el que Claudio "Chiqui" Tapia, que no es periodista, sino vicepresidente del Ceamse y presidente de la AFA, encontró la oportunidad de sacarle tarjeta amarilla a la profesión. Justificadamente, en un aspecto, pero profundamente equivocado en otro muy importante.
"Antes me acuerdo de que el periodismo hablaba del funcionamiento de los equipos, de cómo jugaba tal o cual… Hoy está totalmente desvirtuado", dijo Tapia tras definir al periodismo como un "cuarto poder" que "instala y tergiversa". Suele ser bueno que los poderosos y los protagonistas se quejen de los periodistas. El problema llega cuando las quejas tienen un fondo de razón.
Convertir en noticia un video de intenciones más que sospechosas, como era el de Ricardo Caruso Lombardi, es una decisión que instala al periodista de uno u otro lado. Del lado del periodismo o como uno más en el grupo de chat de cualquier ciudadano común que se divierte (¡legítimamente!) con las barbaridades que dice el que Javier Mascherano definió hoy como "persona nefasta para el fútbol argentino". Y si se llama a Caruso para conocer el contexto de ese video y el técnico no atiende, las sospechas se potencian. Y si los audios de procedencia incierta terminan sin filtro en los titulares de los medios, poco es lo que se le puede objetar a un Tapia así y todo profundamente equivocado.
Además de haber estado muy lejos de ejercer la autocrítica que hizo Mascherano –buena parte de lo que se publica tiene su origen en integrantes de la delegación de la que él es el máximo jefe-, el presidente de la AFA parte del falso supuesto de que el periodismo tiene que "acompañar a la selección". Y profundiza en su confusión: "Muchos de ustedes han vivido gracias a este grupo, llevan cuatro o cinco Mundiales".
La verdad es que los periodistas que estaban hoy en la conferencia de prensa en Bronnitsy viven de su trabajo, no de la selección. Si no hubiera selección ni Mundial, seguirían trabajando. Porque no se deben a Messi o a Mascherano, sino a sus lectores, a su audiencia. Pero el jefe de la AFA no lo entiende, cree que el Mundial les da a los periodistas la oportunidad de "demostrar que realmente son argentinos".
¿La verdad? Ningún periodista debería desvelarse por los carnet de argentinidad que quiere expedir "Chiqui" Tapia, apenas por hacer el mejor trabajo posible.