Punto de vista. De lo más urgente a la maduración de un proyecto
El Enard se creó para corregir una insuficiencia endémica que afectaba a los deportistas argentinos de alto rendimiento. La financiación corría exclusivamente por cuenta del Estado y la dependencia de ese recurso estaba sujeta a los vaivenes políticos y sociales. El mal se solucionó en pocos años. Se puede avanzar todavía, pero el mejoramiento al respecto es exponencial. Un beneficio que estuvo direccionado a la cima de la pirámide. A los que ya llegaron. El verdadero cambio, el más profundo, se dará cuando se amplíen las bases de la práctica deportiva y se cuente con la infraestructura y el material acorde para un desarrollo en los niveles de educación primaria y secundaria. Una realidad que sólo se vive en los colegios privados.
Esta función debería ser exclusivamente estatal. De alguna manera fue una decisión política del kirchnerismo que se aprobara la ley que dio nacimiento al Enard, ante la negativa de una parte importante de la oposición. Pero es evidente que la menor cantidad de ataduras políticas le otorgan mayor vigor y funcionalidad al proyecto.
El plan -tal como lo indica el nombre del Ente- sólo apunta a seleccionar a los más aptos para el alto rendimiento. Pero si el camino se desanda con idoneidad, las chispas podrían encender deseos de participación y esperanzas en varios rincones del país.
Este ejercicio (2014-2018), debería ser el primero de varios. Los Juegos de 2022 no serán en la Argentina, pero hay que encontrar la forma de extenderlo. Y sumar elementos, por supuesto. Hoy, la inscripción de un chico necesita de la autorización médica familiar sobre riesgos físicos. Si este plan fuera ley, la inscripción podría incluir una revisión con estudios acordes. Tal vez debería pasar a manos de la Secretaría de Deporte, dándole un mayor sentido a la asistencia social. Como sea, el primer paso ya se dio.
Los Juegos Olímpicos de la Juventud fueron la excusa perfecta para el Enard, que se animó a jugar en ambos lados de los límites de sus atribuciones. Aquí se encierran ventajas que van mucho más allá de una buena cosecha de medallas.ß
lanacionar