Dinamarca-Francia, Mundial Rusia 2018: en el primer partido del Mundial sin goles, los galos quedaron primeros del Grupo C

MOSCÚ, Rusia.- Francia y Dinamarca no se lastimaron. Perú se encargó de todo lo demás al ganarle a Australia. El empate fue conveniente para los dos equipos que ya abandonaron el Grupo C para seguir en el Mundial . Francia se va a Kazan. Dinamarca a Nizhni Novgorod. Perú y Australia a sus casas. Como pocas veces antes, el público del Estadio Luzhniki abandonó sus lugares para recorrer los mil metros que los separan de las estaciones de metro y tren. Ya cuando faltaban 10 minutos para el final del partido, Francia y Dinamarca, no tenían nada importante para ofrecer.

El empate 0 a 0 no fue el resultado de un pacto. Fue conveniente para los dos, pero no intencional. Francia generó algunas situaciones con Giroud, las subidas en el primer tiempo de Lucas Hernández y alguna aparición de Griezmann. Deschamps le dió casi 15 minutos a Mbappé para que se prepare para lo que venga. Con la clasificación conseguida a Francia le costó mucho involucrarse en el partido. Con el riesgo de una derrota, Dinamarca trató de darle tono muscular al partido, pero las noticias que llegaban desde Sochi con la victoria peruana le dieron la seguridad que precisaba. No agredirse sobre el final hizo que Francia y Dinamarca entregaran en resumen un partido desabrido, de esos que también tiene un Mundial. Los cierres de las fases de grupo puede ser en ocasiones choques de pura electricidad e incertidumbe. Y en otras, resultados anunciados sin dejarse rasguños en la cara.

Francia abordó este partido desde la comodidad. Su clasificación estaba asegura y lo que pretendía era mantener su autoridad frente a Dinamarca sin ceder el primer lugar del grupo. Lo logró. Dinamarca, por su parte, precisaba no perder. También lo logró. Su capacidad de agresión apenas se vio en el comienzo del partido con dos apariciones tempranas del delantero Braithwaite pero sin contundencia. En la primera de ellas le erró a la pelota cuando quiso rematar, perdió estabilidad y en la caída reclamó penal, más que nada, para salir elegantemente de esa situación.

Tanta disposición de oxígeno por parte de Francia, cuando varios de los equipos grandes del Mundial deben sudar en la última fecha para poder clasificarse, fue el resultado de una combinación de factores: sus triunfos contra Australia y Perú, más lo poco y nada que sumaron sus seguidores, le permitieron "usar" los seis puntos ganados para dosificar energías. Deschamps introdujo cambios para darle descanso a varios de sus futbolistas y evitar una segunda amarilla en los casos concretos de Pogba y Matuidi. Sin esas figuras, sin el desequilibro de Mbappé, Francia de todos modos saltó a la cancha con un equipo donde la calidad la certifican Giroud, Dembélé y Griezmann. Otro lujo es el defensor Varane (capitán por primera vez al no jugar el arquero Lloris) que tuvo un partido sin inconvenientes aunque le faltó su compañero Samuel Umtiti.

Las definiciones de grupo se juegan en dos estadios a la vez. El gol de Perú contra Australia fue la mejor noticia para Dinamarca que ya se vio sin necesidades que satisfacer desde su propia gestión. Los daneses también afrontaron este partido con modificaciones. Ya en tres juegos cambiaron tres veces a uno de sus centrales, pero tuvieron un primer tiempo donde la idea de no perder les marcó el ritmo y la energía con la que jugaron. La figura del equipo, Christian Eriksen, no tuvo influencia como para sacar a Dinamarca de ese estado de conformidad. Dinamarca no le dio razones a los diez mil fanáticos con sus colores que estuvieron en el Estadio Luzhniki para celebrar como sí lo hicieron desde antes del inicio del juego.

Francia se conectó con el partido sobre el final del primer tiempo. Griezmann dejó de "volantear" y salió del rol de armador de juego. Marcó el pase la pidió y cuando entró al área toco atrás para Giroud que remató sin destino. Después, el propio Griezmann defendió un tiro de esquina a favor de Dinamarca y recorrió 50 metros con la pelota hasta que Jorgensen lo derribó desde atrás y se ganó una tarjeta amarilla. Sandro Ricci consideró que con eso la multitud ya estaba recompensada y marcó el final del primer tiempo sin que se pudiera jugar el tiro libre.

Los cambios en el segundo tiempo siguieron en línea con las intenciones de Deschamps: jugar acá, pero pensar en los octavos de final. Sacó a Griezmann. Sacó a Lucas Hernández que estaba con lo justo en lo físico. Puso a Mbappé cuando faltaba poco para que tuviera algo de acción. Dinamarca, que depende íntegramente de la inspiración de Eriksen, terminó jugando con sus diez hombres de campo casi pegados al arquero Schmeichel para cuidar el empate. Ya a esa altura, aún perdiendo, estaban en octavos de final. Pero prefirieron no arriesgar, seguir con el trote gentil y dejar que los minutos pasen con el mayor disimulo posible.

La culpa habrá que echársela a Australia. Sin la presión que podía ejercer sobre Dinamarca un triunfo sobre Perú, el partido nunca tuvo tensión y con el correr de los minutos, tampoco atractivo. Francia dejó Moscú con la autoridad del primero del grupo y la demostración que tiene, tal vez, uno de los planteles más profundos del Mundial. Dinamarca sacó el premio mayor al no perder con Francia y conseguir ir a los octavos de final. Jugar un último partido de fases de grupo de un Mundial sin contratiempos, es un lujo que pocos pueden darse. Francia lo hizo y Dinamarca acompañó.