Aguerre. "El 10 es el resultado de un proyecto de vida"
Su teléfono celular estuvo sin baterías casi todo el lunes. Recién a última hora de la noche lo cargó. Entonces, escuchó el mensaje de Adolfito Cambiaso y se enteró la novedad. La voz de su compañero de equipo le gritaba al dueño del contestador automático la buena nueva. Y Mariano Aguerre confirmó lo que sospechaba: era un nuevo diez de handicap.
"Estaba ansioso, pero me pensaba enterar por el diario", admite 24 horas después en su caballeriza de General Rodríguez. Esa noche llamó a su hermano Martín, pero no a mamá Estela. No había que romper la costumbre familiar. En el `92, cuando lo subieron de 7 a 8 y en el `94 cuando llegó al 9, su fanática número uno fue la primera en llamarlo a la mañana siguiente, después de leer el diario. Ayer, cuando Mariano se despertó del sueño más hermoso, escuchó ese primer mensaje de felicitaciones, con hora de grabación registrada a las 6 de la mañana.
"Estoy feliz. Nunca estuve enceguecido por el handicap. Se dio por el resultado de un proyecto de vida que encaré y salió bien". El ex nueve dice que suele reirse bastante, pero esta vez la sonrisa le invade constantemente su rostro. También afirma que hablar bastante, pero esta vez se presenta más locuaz que de costumbre. Lanza sensaciones, expresa sentimientos en frases:
- "El 10 no representa un antes y un después en mi carrera deportiva. Me lo pusieron por lo que jugué este año, no por lo que voy a jugar el próximo".
- "Todo lo que dependió de mi lo hice. El año pasado me había buscado en la lista de subas y no me econtré. Por eso puede ser que era ahora o nunca".
- "Me siento realizado con el 10, pero no me hubiersa sentido fracasado si no me lo daban. Pese a lo que dicen mucho, pienso que llegar es mucho más difícil que mantenerse".
Y Mariano sigue hablando. Pide un espacio para dedicatorias ("mi padre, que me hubiera gustado que me vea, mi mamá, mis hermanos, mi novia Tatiana, los petiseros, Lucho Llorente, Naco Taverna, Ñaca, Mula), exige que se ponga una felicitación para Ignacio Heguy, se ríe otra vez, recuerda sus comienzos. "Dentro de mis posibilidades hice una gran carrera, empezando porque soy zurdo en un deporte para diestros. De chico creo que tenía un 2% de posibilidades de llegar al 10".
Ya posicionado en su flamante perfección como polista, habla de sus siete colegas de dos dígitos. "No creo que haya 10 de distinta categoría, por más que sea indudable que hay mejores jugadores que otros. Yo no estoy arriba ni abajo de nadie".
-¿Vos podrías demostrar tu 10 en otro equipo que no sea Ellerstina?
-No me veo en otro equipo, pero sería capaz de jugar 10 goles en cualquier lado.
-¿Te merecés el 10?
-No sería yo si contestó eso.
Claves para ser un polista
-¿Qué tiene que tener un polista para llegar al diez?
-Un buen equipo, estar bien montado y saber jugar bien al polo.
-¿Y vos?
-Además de estar cosas y de tener excelentes compañeros, sé cumplir con mi función.
-¿Por qué?
-Soy un buen defensor. Tengo una misión difícil como tomar al creador del equipo rival, jugadores de la calidad de Bautista e Ignacio Heguy.
-¿Pensás te fue bien?
-Creo que sí. El secreto del polo es sacar el hombre para que te quede la bocha. Nunca al revés.
-¿Te falta algo, Mariano?
-Sí, el Olimpia.
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