El arte de liderar
Del entrenador se esperan muchas cosas, y una de ellas es que lidere a su equipo. Desde el aspecto formal, su rol determina que sea él quien esté a cargo de dirigirlos. Sin embargo, dirigir y liderar no son lo mismo. El liderazgo es, ante todo, un proceso que implica poder influir sobre las personas para que logren determinados objetivos. Y éste es uno de los aspectos cruciales en los que se ha destacado Daniel Hourcade, trazando un camino a seguir, y convenciendo a sus jugadores de que ése es el camino correcto.
Ésta no es una tarea sencilla, sobre todo cuando en la ejecución las cosas no salen. Los Pumas han sorteado muchos obstáculos para estar donde están hoy, y sin embargo, a lo largo del proceso los jugadores han manifestado estar convencidos del plan de juego y han tratado de ejecutar lo que se les pedía. En parte, esto se debe a la diferencia entre dirigir y liderar.
Si algo nos ha enseñado la psicología del deporte es que el liderazgo eficaz depende de que el líder (en este caso el entrenador) pueda responder con su conducta a lo que la situación requiere, teniendo en cuenta las características de los integrantes del equipo. Hourcade ha expresado que está "convencido de esa idea de juego de ataque", y siempre la ha defendido. Muchos entrenadores están convencidos de lo que hacen, pero lograr el compromiso de los jugadores no siempre se consigue. En este punto parece haberse destacado Hourcade. Y ahí está aquello de liderar.
Quien hoy dirige al equipo no sólo dirige; también lidera. No hay líder sin seguidores. Y el oficio del entrenador implica muchas cosas. Quizá lo más difícil sea inspirar y convencer. Y en eso, el entrenador y su cuerpo técnico están haciendo lo suyo.
Licenciado. Especialista en Psicología del Deporte y con trayectoria en el rugby y trabajos en diversos clubes y en la URBA.
Javier Ignacio Villa