Se hacen 70 controles anuales. El ciclismo recupera el terreno perdido
El ciclismo argentino tuvo un momento crucial en su relación con el doping: la Vuelta de Mendoza 2004, con siete casos positivos. Se venía de una época mala, entre 2002 y 2003, cuando no hubo controles, por la quiebra de la anterior Federación. Gabriel Curuchet, presidente de la UCRA (la nueva Federación Argentina), explicó la situación: "Cuando tomamos las riendas del ciclismo argentino, tuvimos unos cuantos casos positivos por el arrastre de esa falta de control. Hoy, se hacen entre 60 y 70 muestras por año. Es nuestro mayor número histórico y deberían ser más. Hay pruebas en todas las competencias nacionales donde se clasifican los representantes argentinos".
La intención es elevar ese número: "Los controles tienen su costo -cuenta Curuchet-. En las carreras que se realizan con aportes públicos, la Secretaría se encarga de que sea obligatorio el control, pero no es así en las pruebas privadas. Igual, algunos que invierten para eso, como en la Doble Bragado."
En la última Doble Bragado, Carlos D´Angelo dio una charla para los ciclistas y en la página oficial (ciclismoarg.com.ar), se actualizan informes periódicamente. "Estamos en trámites con la UCI (Unión Internacional) por los control preventivos de hematocrito. El Cenard está en condiciones de hacerlo, pero necesitamos la autorización." En la Argentina, ningún deporte realiza controles sanguíneos. Al menos, habría que preguntarse por qué.
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