El US Open. El corazón de Gumy le dio otra victoria trascendente
En cinco sets, fiel a su estilo por un Grand Slam, se impuso a Marín; cayeron Squillari y Rodríguez
NUEVA YORK.- Era un triunfo que se debía. Para recuperar confianza. Para demostrar que la lesión en los abdominales era un recuerdo. Para sentir que la Copa Davis lo espera en plenitud. A puro corazón, desde el esfuerzo como trampolín, Hernán Gumy elaboró la victoria sobre Juan Antonio Marín (Costa Rica) por 6-3, 0-6, 4-6, 6-2 y 6-1.
Al cabo, fue la única alegría para los argentinos en la segunda jornada de Flushing Meadows. Una alegría que Gumy disfrutó más que nadie, porque derrotó a sus propios fantasmas en esa lucha personal por mantener la regularidad durante todo un partido. Es como una marca registrada. Si Gumy no juega un Grand Slam a cinco sets, no es Gumy. Y tampoco es él si en el court no pasa más de dos horas -ante Marín 2h42m-.
Pero ayer valió la pena. Y hay que apurarse a aclarar que sólo se trató del debut en el US Open, nada más. Y que ahora espera al vencedor del partido que anoche, al cierre de esta edición, jugaban el defensor del título, el australiano Patrick Rafter (3º), con Hicham Arazi (Marruecos). Gumy, por lo menos, tiene asegurado un encuentro más sobre el cemento norteamericano.
No pueden decir lo mismo el mejor tenista argentino del momento, Franco Squillari (54¡), y Martín Rodríguez (l06¡). Los dos cayeron en forma contundente y en sets corridos. El primero fue eliminado por Marcelo Filippini por 7-6 (7-5), 6-0 y 6-1; el segundo no pudo con el español Sergi Bruguera, que lo superó por 6-1, 6-2 y 6-2.
Más allá de un zigzagueante rendimiento y al margen de las pausas que siempre se toma, Gumy, otra vez, rescató como aspecto más positivo la entrega, el corazón indomable para sobreponerse a sus propios errores. Todo el partido pasó por lo que él hiciera o dejara de hacer. Tanto cuando ganó el primer parcial con el control del partido, como cuando cedió los siguientes dos capítulos y agrandó a un adversario que aparecía desconcertado.
Pero volvió, recuperó la confianza perdida, dejó de jugar tan detrás de la línea de fondo. Y ganó a lo Gumy. Por luchar siempre. Por no entregarse nunca. Por ser un trabajador de los courts. Porque a su tenis le puso brazo y corazón.
"Estoy contento por haberme recuperado. Me da mucha confianza. Esta es una muy buena preparación física y mental para la Copa Davis. Busqué todo el tiempo. Traté de moverlo hasta que se cansó", dijo Gumy, mientras la televisión australiana tomaba sus imágenes, adelantando lo un enfrentamiento con Rafter.
"Quiero jugar todo el año. Quiero hacerlo lo mejor posible", casi imploró para dejar atrás días de lesiones e inactividad, de incertidumbre y desesperanza. A su lado, el capitán del equipo argentino de Copa Davis, Daniel García, vivía el triunfo de Gumy como propio.
La otra cara del US Open para los argentinos se encarnó en Squillari y Rodríguez. Tras el equilibiro inicial, el número 54 del mundo sucumbió ante la inteligencia y el cambio de ritmo y velocidad de pelota de Filippini. Después, Squillari se encargó de hacer todo más fácil para el uruguayo al transformarse en el editor de un poco recomendable catálogo de errores.
A Rodríguez no le fue mejor. Nunca se sintió cómodo. Quiso resolver rápido y hacer todo al mismo tiempo. Terminó sin concretar nada. O sí: su descontrol hizo absolutamente fácil el triunfo de Bruguera, que, por cierto, sabe y mucho en materia de aprovechar los nervios del rival.
Para Lucas Arnold y Mariano Puerta, los otros argentinos que participan del último Grand Slam de la temporada y debutarán hoy, la cuestión no se presenta sencilla tampoco. Se enfrentarán, alrededor de las 16 de nuestro país, con Kenneth Carlsen (Dinamarca) y Carlos Moya (España, 10¡), respectivamente. Ellos todavía tienen que jugar. Y mientras hay juego hay esperanza...
Referente de una camada
NUEVA YORK (De un enviado especial).- Con 26 años, Hernán Gumy convive con la nueva generación del tenis argentino. ¿Cómo se siente él frente a quienes representan el futuro? "Esto es muy positivo. Me alegro por toda esta camada. Hay una muy buena relación y nos apoyamos para seguir subiendo", dijo.
"Un hecho que demuestra esto es la excelente idea de contar con un preparador físico (Fernando Cao). Queremos colaborar con la Asociación haciendo clínicas. Es una forma de generar fondos para que después logremos beneficios nosotros", concluyó.
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