El deporte que tiene voz
Otra vez fue suspendida la fecha en Chile. Sigue el toque de queda en Santiago, escenario de la final de la Copa Libertadores 2019. "Estamos en guerra", afirmó el presidente Sebastián Piñera. Hay que repetir la respuesta que le dio Gary Medel, capitán de la selección chilena: "Una guerra necesita dos bandos y acá somos un solo pueblo que quiere igualdad". Y la del arquero Claudio Bravo, capitán anterior, porque expresó que las protestas son más profundas que un aumento del subte: "Vendieron a los privados nuestra agua, luz, gas, educación, salud, jubilación, medicamentos, nuestros caminos, bosques, el salar de Atacama, los glaciares, el transporte…No queremos un Chile de algunos pocos. Queremos un Chile de todos". También los clubes fueron convertidos en SA en Chile, cuyo sindicato de jugadores pide ahora empatía con el "enorme sufrimiento, desigualdad y abuso" del pueblo chileno.
Tampoco el Camp Nou podrá albergar este mes el clásico Barcelona-Real Madrid, en este caso por las protestas tras las sentencias de prisión contra líderes catalanes independentistas. La principal toma de posición del fútbol no partió aquí de un jugador, sino del propio Barcelona ("la prisión no es la solución"). Le respondieron duro, con peticiones en la web para que la Federación Española (RFEF) desafilie al equipo de Leo Messi, que fue campeón ocho de las últimas once temporadas y lidera otra vez en la Liga actual. Difícil pedirle neutralidad al Barça.
El escritor Manuel Vázquez Montalbán definió alguna vez al club como el "Ejército simbólico y desarmado de Cataluña". El otro más apuntado es Pep Guardiola. El viernes pasado, cuando se declaró huelga y cientos de miles de catalanes salieron a las calles, Guardiola habló desde Inglaterra. Aseguró que también defendería los derechos humanos en países árabes (en réplica a los que observan que su patrón en Manchester City es la monarquía de Abu Dhabi). Recordó los casos de Quebec y Escocia, que vivieron reclamos parecidos de modo pacífico y democrático, y pidió que también Cataluña pueda votar "sí o no". Algunos medios señalan a Pep como posible futuro candidato a la presidencia de la Generalitat. Otros, como David Gistau en El Mundo, lo acusan de "gurú progre" que "arenga odios".
Nunca le fue fácil al deporte comprometerse con su origen o convicciones. Ni a Muhammad Alí medio siglo atrás ni a los que hoy desafían el mandato de "Deporte igual a Disneylandia portátil". De la pelota como negocio globalizado y apolítico. "Los gobiernos elegidos democráticamente, que por lo general pedirían un compromiso cívico, parecen preferir atletas que sólo mueven esos músculos que no afectan la lengua". Lo dijo Jens Sejer Andersen, director internacional de Play the Game al abrir el Congreso que la organización danesa concluyó una semana atrás en Colorado Springs, Estados Unidos.
Los atletas que salen de la norma, dijo un panelista, "sufren reacciones violentas, son disminuidos, socavados, marginados". "Les dicen que se les paga para jugar, no para opinar". El panel citó desde Colin Kaepernick hasta Riku Riski, jugador finlandés que invocó "razones éticas" para negarse a viajar a Qatar con la selección de su país. Es una toma de posición intolerable para la FIFA, que le dio su próximo Mundial a Qatar, un país que, nos recuerda el futbolista Riski, viola los derechos humanos. Una organización de atletas escribió una carta abierta a Thomas Bach. Es el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) cuya Carta Olímpica exige a los deportistas "juramento de lealtad ilimitada", como dijo Andersen. Play the Game citó también los casos de los arrepentidos antidoping, aunque Occidente, claro, tiene sus preferencias. Si son rusos, les asegura apoyo del FBI, tapa del New York Times y documental en Netflix.
Play the Game también es tribuna generosa para periodistas que investigan. Una presentación de la primera jornada dio minucioso detalle (nombres, cifras, documentos, 1500 licitaciones, 143 convenios) sobre el costo total récord de casi 1100 millones de dólares de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, mucho, muchísimo más, que el presupuesto original presentado en 2013 al COI. Gran negocio, estableció el informe, para 65 empresas que embolsaron 774.507.265 millones de dólares. Cuarenta y dos de ellas "se beneficiaron con sobreprecios en los contratos", muchas son "habituales proveedores del Estado" y, dos de cada tres, tienen "vínculos directos" (familiares del gobierno en su directorio o fueron aportantes de Cambiemos en campañas electorales).
Periodistas, académicos y especialistas escucharon asombrados la presentación de Federico Teijeiro. El colega fue colaborador principal de Ernesto Rodríguez III, quien, tras dos años de trabajo paciente, publicó los resultados de su investigación en julio pasado en su blog "Ephectosport". Es un informe devastador. Ernesto murió de un ACV apenas semanas antes de viajar a Colorado Springs. Su investigación tuvo aquí poca repercusión, pero sí interesó a Play the Game, que le había asegurado avión y hotel para escucharlo. Play the Game es una histórica tribuna democrática y denunciante del deporte. Un escenario justo para los que, sean atletas o periodistas, luchan por un deporte mejor y por un mundo más justo.
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