El festejo de Defensa, cuando nadie lo esperaba
Nadie lo esperaba. Lanús había concluido un gasto excesivo, estéril, por su ingenua falta de definición. Defensa, ordenado, prolijo y tímido, encontró un hueco cuando se cerraba la historia. Y el paraguayo Julio Rodríguez, a los 46 minutos de la segunda mitad, con un remate bajo y cruzado, al palo izquierdo del arco defendido por Matías Ibáñez, selló el triunfo del Halcón, que tuvo vuelo propio en una ráfaga frente a un desorientado conjunto granate, que desperdició seis situaciones de riesgo real durante el primer tiempo. Una de ellas, un envío de Ayala en el travesaño.
No sólo le faltó profundidad a Lanús. Tampoco le sobraron generación de juego y variantes creativas, apagados Ayala y Román Martínez. El ingreso de Castellani no cambió la ecuación.
Tal vez resultó un premio excesivo para Defensa, pero con sus limitaciones, siempre tuvo en claro que la búsqueda iba a tener sentido si aprovechaba la velocidad y la sorpresa, sobre todo, por Rivero, Rius y Rodríguez. Cuando estuvo acorralado, especialmente en la primera mitad, el respaldo surgió de las manos de Arias. El arquero fue decisivo en el tramo en el que Lanús fue peligroso, pero eso no duró siempre. Defensa tomó nota en el final.
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