Polo / La temporada de Sotogrande. El gran 2009 de Gonzalo Pieres sumó la Copa de Oro española
El capitán de Ellerstina había ganado antes el US Open y la Gold Cup inglesa
SOTOGRANDE, España.– Con la inspiración y la efectividad de Gonzalo Pieres (h.) para ponerse el equipo al hombro y remontar el resultado, con el empuje del juvenil uruguayo Santiago Stirling, con el juego desenvuelto del patrón español Pascual Sainz de Vicuña y con el trabajo incansable de otro argentino, Rodrigo Rueda (h.), Taittinger-Dos Lunas realizó una espectacular recuperación, se impuso por 11-10 a Las Monjitas en un chukker suplementario y obtuvo la Copa de Oro de Santa María Polo Club, en esta ciudad, en el desenlace de la temporada española de alto handicap. Un éxito impensado, porque la diferencia de seis goles (7 a 1) del tercer período parecía irreversible.
El triunfo alimentó la excelencia del año que viene teniendo Pieres; descubrió a un proyecto de gran jugador, Stirling, y le permitió disfrutar una victoria inesperada a Sainz de Vicuña como jefe del equipo. Después de ganar con Audi el Abierto de Estados Unidos y de obtener el Británico defendiendo a La Bamba de Areco, la propuesta de disputar la Copa de Oro de Sotogrande no atrapaba el interés de Pieres, que empezaba a mentalizarse para la temporada argentina, en la que con Ellerstina desea revalidar el título del Abierto de Palermo. Pero aceptó la invitación y mostró la jerarquía que imponen sus 10 goles. Como en la semifinal frente a Ilovka-Las Balas, ayer asumió toda la responsabilidad cuando el marcador empezaba a complicarse. Porque después de un comienzo poco alentador y en el que las distracciones fueron aprovechadas por Las Monjitas para alcanzar una ventaja impactante, afloró la rebeldía.
"Fue medio increíble. No sentía que tuviéramos que ir perdiendo por esa diferencia, pero el tablero marcaba otra realidad. En cada ataque nuestro no convertíamos y a la vuelta nos hacían un gol, y entonces me desesperé un poquito. Pero empezamos a desarrollar lo planificado y la suerte que en el comienzo no nos acompañó fue cambiando. No era fácil, aunque era una final, a estos partidos se les pone más ganas, y llegó un momento en que no podíamos cometer más errores", analizó Pieres, que por tercera ocasión ganó la Copa de Oro y con los éxitos encadenados renueva la energía para el circuito de su país. "No puedo quejarme, sin dudas, y tengo que agradecer a mis compañeros, que hicieron un gran trabajo. Están recién arrancando, durante todo el torneo pusieron muchas ganas y merecen esto", agregó.
Pero la gran estrella del partido terminó siendo el uruguayo Stirling. Con apenas 15 años, el hermano de David, quien jugará en la Argentina con Indios Chapaleufú II la Triple Corona, se robó los aplausos. El físico esmirriado, el rostro aniñado contrastaron con su condición de figura del día, pese a su único tanto de valorización. "Parecía que se nos escapaba, pero con coraje y juego logramos el triunfo. Fue hermoso, por cómo se dio el partido y porque me salieron las cosas de manera excelente", decía el Nº 1, que recibió el llamado de su padre desde Chile, apenas concluyó el encuentro.
Pero así como Camilo Bautista, el patrón de Las Monjitas, no culminó una corrida que pudo derivar en el éxito de su equipo, enfrente Sainz de Vicuña fue determinante para empatar en el sexto chukker y forzar el tiempo adicional. "No lo imaginaba: gané el torneo jugando como suplente, a los 16 años. Fue maravilloso. Cuando empezó el torneo Pieres nos dijo que cuando menos uno lo cree es cuando lo gana. Después del 1-7 metimos y metimos y cuando llegamos al quinto chukker logramos aire en el marcador y pensamos que no era imposible. Había que acompañar a Gonzalito, que es un monstruo", comentó Sainz de Vicuña.
El capitán y emblema, la revelación y el patrón, fundamentaron juntos un éxito que quedará por siempre en el recuerdo.
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