El "Messi japonés" que llegó a Real Madrid: la historia de Takefusa Kubo

Takefusa Kubo será uno de los protagonistas de la inminente Copa América que comenzará este viernes en Brasil. El joven japonés de 18 años fue anunciado como la nueva joya de la cantera del Real Madrid, quien lo fichó como jugador libre después de que finalizara su contrato con el FC Tokyo.

Apodado como el Messi japonés, ya debutó con la selección mayor de su país e integra el plantel nipón que fue invitado a participar del certamen continental americano. "Takefusa Kubo (04/06/2001, Kanagawa, Japón) reforzará al Castilla la próxima temporada. El primer filial madridista contará en sus filas con uno de los jugadores jóvenes más prometedores del fútbol mundial. Un centrocampista ofensivo de excelente técnica, muy habilidoso, con visión de juego, gran regate y gol", anunció la Casa Blanca mediante un comunicado.

La historia de Kubo es particular: con apenas diez años jugaba en La Masía del Barcelona, pero debió volver a Japón por una sanción que la FIFA le impuso al conjunto catalán por cometer irregularidades en la inscripción y transferencia de menores de edad extranjeros. Las categorías menores del Barça acusaron las consecuencias y perdieron a varios jugadores de renombre pese a su juventud. André Onaná, arquero del Ajax semifinalista de Europa, debió marcharse junto al argentino Maxi Rolón y el propio Kubo.

Cumplida la mayoría de edad, Kubo estaba disponible para regresar a Europa y fue el Real Madrid el que se adelantó a todos, al PSG, Bayern Munich, Manchester City y especialmente al Barcelona que ahora verá como una de las gemas de su filial se vestirá de blanco: en la Casa Blanca anticiparon al resto de Europa al darse cuenta de que el contrato de Kubo con el club japonés había finalizado el pasado 1 de junio, mientras el resto pensaba que su vínculo con el Tokyo FC duraba hasta el 31 de enero de 2020.

Kubo, quien estará bajo las órdenes del legendario Raúl en el Castilla, firmó un contrato por 1.2 millones de euros y cinco años. Con raíces en el Barcelona, el Real Madrid podrá disfrutar de su talento en un futuro no muy lejano mientras sueña con conseguir a su propio Messi.