El tenis femenino argentino vuela por debajo de los radares
El fenómeno es regional: solamente hay dos jugadoras sudamericanas en el Top-100 y otras dos entre las 200 primeras
La Argentina estuvo en Kiev para intentar acceder al Grupo Mundial II de la Fed Cup. Ucrania no lo permitió. Se quedó con esa serie 4-0 frente a un equipo argentino que apenas pudo ganar 14 games en cuatro partidos. La lejanía fue geográfica y deportiva: Maria Irigoyen y Nadia Podoroska, las singlistas argentinas, recorren circuitos tenísticos menores comparados con sus rivales. La Fed Cup, como en ocasiones sucede con la Copa Davis, produce duelos que naturalmente el tenis no contempla. Fue el caso. El tenis femenino en la Argentina viaja por debajo de los radares. Sólo los involucrados lo registran. Encima, esta Fed Cup se jugó de madrugada lo que profundizó aún más su invisibilidad.
El fenómeno es regional. Solamente hay dos jugadoras sudamericanas en el Top-100 y otras dos entre las 200 primeras: dos brasileñas, una colombiana y una paraguaya Catalina Pella es la argentina mejor ubicada en el ranking en el puesto 213. Que la situación involucre a varios países y federaciones no diluye las responsabilidades sino que las cristaliza. Las dificultades parecen ser las mismas: la falta de actividad profesional que vincule a los torneos más chicos con el calendario de la WTA. El circuito femenino, ese que juegan Serena Williams, "Vika" Azarenka y hasta la rejuvenecida Martina Hingis, es un portaaviones en el que las sudamericanas no consiguen posarse. No vuelan tan alto ni tan lejos como para intentarlo.
"El problema original para mi es el de siempre: falta una jugadora de referencia. El deporte argentino se mueve por referentes y ahora no los hay. Nunca ninguna jugadora surgió de un Centro de Entrenamiento Nacional. Aparece una y las demás la siguen. Paula Ormaechea iba camino a eso, pero tuvo algunos problemas y ahora intenta tomar confianza en los torneos más chicos", comenta Paola Suárez, 9 en WTA en 2004 y número uno del mundo en dobles en 2002. "Acabo de ver la película sobre la vida de Luciana Aymar. Ahi esta claro el tema: Lucha fue una gran deportista y a la vez fue un atractivo para miles de nenas que se acercaron al hockey. En el tenis hemos perdido eso. Tenemos menos chicas que juegan al tenis, entonces es lógico que haya menos que puedan jugar a un alto nivel..". El factor "Leonas" es una explicación muy instalada en el ambiente tenístico: ahí están las chicas que antes se acercaban al tenis y ahora no lo hacen. Tampoco nadie estudio seriamente el fenómeno como para intentar revertirlo.
"El problema original para mí es el de siempre: falta una jugadora de referencia" (Paola Suárez)
La estructura del tenis femenino profesional conspira contra su desarrollo. No hay torneos intermedios, como los challengers entre los hombres, que permitan iniciar una escalada. Las jugadoras saltan de abismo en abismo y sólo muy pocas lo consiguen. Estas semanas se jugarán dos torneos tradicionales de 10.000 dólares en premios en Villa del Dique y Villa María, en Córdoba, que sirven para un primer impulso. La región no cuenta con campeonato de 50 mil dólares en premios para arriba que permitan darle continuidad a la carrera de las jugadoras.
"Los países sudamericanos tienen las misma dificultad. Una solución sería crear un circuito profesional en Sudamerica que a las tenistas las permita sumar puntos y llegar más armadas cuando vayan a Europa. Asi son pocas las que acceden a un nivel más alto, pero igual no logran hacer pie. Las federaciones deberían ir en esa dirección, pero no veo que lo hagan..", cuenta María Jose Gaidano, capitana del equipo de Fed Cup hasta la derrota contra Ucrania.
Quienes llegan a los principales escenarios se encuentran con otra realidad: el tenis potente y físico de las rivales europeas. En ese momento entra en crisis la formación de las jugadoras. "La diferencia de contextura física, de velocidad de pelota e intensidad de juego es real. Algunas cosas no se pueden modificar y otras sí. Se puede enseñar a jugar al tenis de una manera acorde a lo que plantea el circuito. Pararse dos metros detrás de la línea y pasar pelotas altas ya no existe más. Nadie juega así. Por suerte cuando la veo jugar a Nadia Podoroska la veo con otra idea de juego. Más encima de la pelota. Pero todavía no jugó ningún torneo de WTA. Recién en ese momento veremos como rinde, pero la intención la tiene...", completa Paola Suárez.
La situación del tenis femenino argentino mezcla carencias propias y una curiosidad deslizada con inercia: la de un deporte aplastado por otro deporte. La explicación del éxito de captación logrado por el hockey pretender abarcar toda su realidad. Muchos entrenadores aseguran que trabajan con menos cantidad de proyectos y en varios casos no llegan con la cuota de riesgo y sacrificio imprescindible para iniciar el camino hacia la elite.
Cada Fed Cup, aunque llegue de madrugada, permite observar lo que pasa con una versión argentina del tenis casi invisible. Y que en otros tiempos formaba parte de las noticias deportivas que había que dar.
WTA: Cuatro sudamericanas en el Top 200
- 55. Teliana Pereira (Brasil)
- 100. Mariana Duque-Mariño (Colombia)
- 164. Verónica Cepede-Royg (Paraguay)
- 177. Paula Goncalves (Brasil)
Top 5 de Argentina
- 213. Catalina Pella
- 251. María Irigoyen
- 322. Florencia Molinero
- 330. Nadia Podoroska
- 341. Paula Ormaechea
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