El Top 12 de la URBA: Alumni entró a las semifinales con angustia, pero está para celebrar el mayor premio
Dentro del Top 12 de la URBA habitan dos torneos diferentes. Uno largo, de 22 fechas, que tuvo a San Luis como el equipo más sólido y regular de la temporada. El otro lo constituyen los playoffs, dos partidos a todo o nada donde no importa cómo se llegó sino lo que pasará desde el instante en que el árbitro marque el kick off.
Quizás esto ayude a comprender porqué Alumni, que fue el último en clasificarse a las semifinales, le dio una paliza al club platense. Un 50 a 3 que es la mayor diferencia registrada en un partido de esta instancia.
"Es un torneo aparte", definió Guido Cambareri, uno de los experimentados del club de Tortuguitas. Sus palabras encuentran respaldo en el archivo. Porque hubo solo tres ediciones en los últimos diez años donde el mejor de la temporada regular terminó consagrándose campeón. ¿Adivine quién lo logró? Sí, fue Hindú.
Alumni había llegado con la reserva del tanque. Sucedió que en las últimas fechas había mostrado un declive en su rendimiento que puso en riesgo la clasificación. Un agónico triunfo ante CUBA (jugará el repechaje con Los Tilos para mantener la categoría) y un empate con Pucará en las últimas dos fechas, le bastaron al subcampeón vigente para meterse entre los cuatro más destacados. "Sabemos que entramos por la ventana, pero puede pasar cualquier cosa", había anticipado en la semana su capitán, Tomás Passerotti.
El club de Tortuguitas jugó con la personalidad que ameritaba una instancia decisiva. Fue tan dominante que sentenció el partido cuando apenas había arrancado el segundo tiempo y terminó marcando un try tras otro en los últimos 20 minutos. "Estamos enfermos de la cabeza. Las ganas fueron tremendas", confió Cambareri.
Al igual que Pucará la temporada pasada, San Luis se sumó a la lista de "la maldición del uno". La expectativa que había despertado se explica desde los números. Terminó en lo más alto de la tabla con 82 puntos (le sacó ocho al segundo, Belgrano), con un récord de 18 triunfos y cuatro derrotas, y fue el más goleador con 739 puntos (hizo 102 tries). Pero ayer, se vio desbordado por el contexto: acumuló fallas y apenas pudo sumar tres puntos con un penal. "No hay mucho para analizar. Cometimos muchos errores, ellos los aprovecharon y se llevaron el partido", resumió Alan Oubiña, el capitán. Lejos de ser una excusa, el Marista no pudo contar con una de sus figuras, el tercera línea Rodrigo Bruni, que viajó con los Pumas a la gira porEuropa.
La versión 2018 de Alumni podrá no tener el poderío ofensivo de la temporada pasada, pero sí mantiene la vehemencia cuando se trata dedefender. Se lo hizo sentir a su rival desde el minuto cero en cada punto de encuentro y fue su plataforma para construir el triunfo. "La diferencia no nos interesa. El resultado es una consecuencia de haber estado concentrados los 80 minutos en cada pelota", explicó Passerotti.
A este factor hay que sumarle la calidad de Joaquín Díaz Luzzi para capitalizarlo en el resultado. La planilla marcará que el apertura fue autor de la mitad de los puntos de Alumni (un try, cuatro penales y cuatro conversiones). El diez vive un presente que hubiera sido impensado cuando arrancó el año. Era suplente de Lucas Frana, el goleador de 2017, que fue premiado como la revelación de la temporada.
Su amigo perdió continuidad por las lesiones y se le abrió una puerta."Nos propusimos tener 40 jugadores que pudieran jugar en primera. Dio resultado y está claro que tenemos un gran equipo", explicó.
Alumni no tuvo en la semifinal a hombres clave de la columna vertebral del XV subcampeón, como Frana, Luca Sábato (el tryman del Top 12 sufrió una fractura en la mano y llegaría con lo justo a la final) o Santiago Montagner (lesionado en la rodilla). ¿Más pruebas? Es el único de los cuatro clubes semifinalistas que tiene a cuatro equipos de su plantel en las definiciones de las otras categorías (Intermedia, Preintermedia A y C). Recambio de calidad.
"No creemos en los jugadores imprescindibles. Sí en los jugadores útiles dentro el equipo. Le tocó entrar al otro Sábato (Franco) y jugar un gran partido", afirmó Passerotti.
Sábato, que ayer marcó dos tries, se perdería la final con su club porque viajará el viernes con el seleccionado de Seven rumbo a Dubai, para la primera etapa del Circuito Mundial. "No está confirmado. Vamos a hacer el intento", confió el back, que atraviesa una situación tan hermosa como complicada. Habrá que ver si se pueden poner de acuerdo entre las partes.
En Tortuguitas tendrán una nueva oportunidad de consagrarse bajo el nuevo formato de definición, ese "torneo aparte" que ayer lo condenó a San Luis, el Nº 1 del la primera etapa del Top12. Desde aquel campeonato de 2001, que no tuvo playoffs, perdieron las cinco finales de la URBA a las que accedieron (2004, 2006, 2007, 2011 y 2017). "Esos partidos se definen en los detalles", dijo Cambareri, que jugó los últimas dos mano a mano por el título.
Esta tarde conocerá cuál será su último escollo. ¿Tendrá la chance de tomarse revancha frente a Hindú, que lo superó con claridad el año pasado? ¿O habrá clásico con Belgrano en la final, a tono con los tiempos que corren? "No me interesa. Conocemos nuestras limitaciones y, si nos ponemos a pensar contra quién tenemos que jugar, estamos al horno", respondió Passerotti. "Para salir campeón hay que ganarles a todos. Que venga el que sea", tiró Cambareri. A un paso de la gloria