Emiliano Boffelli: “Todos los equipos saben que somos los Pumas con otra camiseta”
En el mal 2017 que padecieron los Pumas y Jaguares , quedó alguna que otra buena noticia. Una es el surgimiento de Emiliano Boffelli , el wing rosarino que apareció con tres tries en sus primeros tres partidos y que, a fuerza de actuaciones positivas, llegó a ser nominado por World Rugby para el premio Jugador Revelación de 2017, junto al gran neozelandés Rieko Ioane –cantado ganador– y el francés Damian Penaud.
No por nada el wing rosarino, que hace 10 días cumplió 23 años, ganó el Olimpia de Plata en rugby en 2017. Y ahora afronta la pretemporada en Jaguares, que debutará en el Súper Rugby el 18 de febrero. “«Ojalá me toque ganar el Olimpia», deseaba. No es poca cosa en el deporte argentino, ¿no? Estoy muy contento”, comentó a la nacion el back surgido en el club Duendes.
–¿Qué viene ahora, después de un año de revelación, de crecimiento?
–Después de descansar en Rosario, el 4 de enero empecé la pretemporada, que tan bien me hace. Trataré de llegar de la mejor manera para encarar otro año exigente para el rugby argentino. Será el tercer año de esta nueva experiencia que es el Súper Rugby, y también estarán los lindos desafíos que tienen los Pumas, el Rugby Championship y las ventanas de junio y noviembre, con miras al mundial del 2019.
–En Jaguares hay un entrenador nuevo. ¿Cómo influye eso en las mentes de ustedes, que conviven mucho tiempo con el director técnico?
–Estamos conociéndonos cada vez más. Los entrenadores tratan de imponernos el mantener la identidad, con locura y laburo. Se trata de ir corriendo hasta para tomar agua y para juntarse. Sé de sus trayectorias: fueron tremendos jugadores. Y como entrenadores fueron muy exitosos. Se ve que saben mucho de rugby. Estoy seguro de que van a hacerle muy bien al equipo. Así que tengo muchas ganas de encarar esta nueva etapa, de aprender y de sacarles el máximo jugo posible a Mario [Ledesma] y a Nico [Fernández Miranda]. Ojalá me enseñen lo máximo posible y aprenda de ellos lo máximo posible.
–Ya para Jaguares, en su tercera temporada, nada será nuevo. ¿Cuál debe ser el objetivo?
–El primordial es clasificarse para los playoffs, sin ninguna duda. Ya el año pasado estuvimos muy cerca. Tuvimos un comienzo muy positivo y después el equipo no mantuvo el nivel, entró a un bache, pero el segundo año en comparación con el primero fue en alza, muy positivo. Así que espero que ya en un tercer año en el Súper Rugby nos clasifiquemos para los playoffs, y una vez en esa etapa, lleguemos a la final. ¿Por qué no? Creo que tenemos equipo como para hacerlo.
–¿Es más duro el Súper Rugby que lo que se preveía?
–Sí, sí. El único que lo había jugado era Juani Hernández y nos hablaba mucho de lo duro que era, pero, obviamente, hasta vivirlo uno no lo sabe. Nos encontramos con un Súper Rugby en el que, además de ser muy duros los partidos, todos los equipos saben que somos los Pumas con otra camiseta, entonces juegan con todo contra nosotros. Creo que se nota en cada partido la dureza de los rivales.
–¿Qué 2018 deben tener los Pumas para apuntar a un 2019 mundialista?
–Los Pumas tuvimos un año duro, muy duro, de partidos muy difíciles. Por momentos mostramos muy buenas cosas, muy buenas cosas. Sabíamos a qué apuntábamos y las cosas que practicábamos salían muchas veces, pero, obviamente, jugamos contra los mejores, y eso se nota, eso se paga. Espero que tengamos un 2018 mejor y prepararnos para llegar al mundial del 2019 de la mejor manera.
–Ya hablaste del cuerpo técnico de Jaguares. Ahora hablá del de los Pumas.
–Te hablo del cuerpo técnico de los Pumas. Si hay algo que no hay que reprochar es la relación. El grupo está muy unido; los jugadores, muy juntos, y la relación de los entrenadores con los jugadores es muy buena, hay mucha llegada. Esperemos seguir teniendo en el 2018 esa mística que hay en el equipo para llegar de la mejor manera al 2019.
–¿Hay que hacer un clic o algún cambio técnico o físico en algo para que 2018 sea mejor que 2017? A los dos equipos me refiero.
–Sin lugar a dudas, tenemos que mejorar en muchas cosas. Quedó demostrado que muchas veces no alcanza lo que hacemos. Pero el equipo sabe lo que practica, sabe a qué apunta, y eso es lo más importante. Por suerte, tenemos tiempo hasta el Mundial para revertir algunas cosas, y creo que el equipo está muy motivado y tiene muchas ganas de aprender. Eso vienen mostrando los Pumas en los últimos años.
–Entre lo técnico, lo físico, lo táctico, lo anímico. ¿Cuál es el déficit mayor, el aspecto que con más urgencia hay que corregir?
–Hay equipos que sacan mucha diferencia en lo físico. Nos enfrentamos con rivales muy duros, que estaban muy bien físicamente, pero el equipo se sintió muy bien físicamente el año pasado. El cansancio se notó a fin de año, porque el mismo equipo juega mucho partidos. Pero el equipo tuvo una forma física muy buena, estuvo físicamente muy bien. En lo táctico se usó más el pie para salir mejor de nuestro campo y no nos desgastáramos mucho; antes intentábamos mucho más jugar en nuestro campo y nos desgastábamos mucho. El equipo tiene ahora un año para ver a qué quiere jugar y para llegar al Mundial.
–¿Usar el pie no implica arriesgar más la posesión?
–Nos excedíamos en buscar los espacios en nuestro campo, donde realmente no estaban, y nos desgastábamos mucho. Quizás usando el pie de entrada salíamos mejor de nuestro campo y, sin complicarnos, poníamos en situación de presión al rival.
–¿Qué sensación tuviste por tus tries contra Inglaterra?
–¡Tremenda! Me tocó debutar en el 2017 en los Pumas y en el partido en que debuté hice un try, y en el siguiente, también. Tremendo. Después, hice otro en el comienzo del Championship. Me encontré con que en tres test-matches tenía tres tries. La verdad es que no podía creerlo. Para un wing hacer tries siempre es muy lindo. Coronar el año con el Olimpia fue tremendo. Ya era consciente del año que me tocó vivir y no paré de agradecer, pero coronarlo con este premio fue tremendo.
–Éste fue el segundo reconocimiento. El primero fue el de la terna de World Rugby para revelación del año.
–Sí. Lo ganó Rieko Ioane, de Nueva Zelanda; era casi imposible ganárselo. Pero estar ternado y presente en esa fiesta, en la que el mundo ovalado estaba entero en un salón, fue increíble.
–¿Manejás esto o te impacta y no sabés cómo asimilarlo?
–La verdad es que impacta mucho, y es cuando más tengo que estar bien de la cabeza y tratar de que no me desenfoque del entrenamiento y de los partidos. Debo transformar esto en energía positiva.
–¿Tenés ya Japón 2019 en la mira o es temprano?
–No, no es temprano. Así como yo lo tengo en la mira, lo tiene cada uno de los jugadores. El equipo entero lo tiene en la mira. Cada cosa que se hace apunta al Mundial. Cada entrenamiento, cada partido, cada charla. Así que ya estamos metidos en Japón.
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