En Palermo es otra cosa, y tiene al mejor
El subcampeón argentino es el cuarteto más heterodoxo del polo. El peso de su juego ofensivo recae casi en un solo hombre, Adolfo Cambiaso, que aunque lleva el Nº 1 se encarga hasta de los saques de fondo cuando el partido está en su clímax y el resultado es parejo.
Para el conjunto de Cañuelas, la temporada consiste básicamente en la definición de grupo y la final de Palermo, y en ellas se potencia. De todos modos, su 2009 por ahora es muy pobre: no ganó encuentros en Tortugas, perdió por 6 goles el cotejo de 80 tantos de Hurlingham contra Ellerstina y a poco estuvo de ser derrotado por Chapa Uno en La Catedral. Pero en caso de vencer pasado mañana, olvidará todo eso.
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