Grupo C | El segundo rival argentino. Era sucesor de Collina, nadie sospecha de él

HERZOGENAURACH.- Mañana, justo el día del partido contra Serbia y Montenegro, se cumplirá exactamente un año y un día desde la última vez que Roberto Rosetti, ahora designado para dirigir ese encuentro, fue el juez de un partido de la Argentina. Aquí mismo, en Alemania -más precisamente en Colonia-, por la primera fecha de la Copa de las Confederaciones, la selección venció 2 a 1 a Túnez y el italiano cobró tres penales. Dos a favor de los tunecinos (uno errado, el otro convertido) y uno a favor de los argentinos, señalado por Juan Román Riquelme. Es el primer antecedente objetivo que surge ante la designación.

Lo demás pueden ser prejuicios. Por razones bien diversas, los árbitros italianos se han hecho notar en los últimos tiempos. Sea por el altísimo perfil que supo tener ese personaje llamado Pierluigi Collina, sea por el explosivo escándalo que por estos días conmueve al calcio . Lo cierto es que en ninguno de ambos rubros encaja absolutamente Rosetti.

Es cierto que hace dos años se decía de él que era "il nuovo Collina". Pero del inefable pelado sólo tenía -lo demostró con el tiempo- una presencia bien personal, que lo hace diferente, y una intención permanente de dialogar con los futbolistas. Rosetti parece escapado de un set cinematográfico donde podría haber protagonizado una película como galán y, en la cancha, es capaz de conversar, sonreír y hasta bromear con los jugadores, pero también habla mucho con las tarjetas y con los penales.

Por lo demás, su perfil es bajísimo, habla poco y se dedica mucho a su tarea como director responsable del hospital Cottolengo de Turín. Está casado y tiene dos hijos. Podría decirse que llegó al Mundial en segunda vuelta, pero no como consecuencia directa del escándalo en Italia, que a él ni lo rozó pese a ser de la misma ciudad que Juventus, el club más implicado.

"Que no haya sido tocado por el escándalo, demuestra que no pertenecía a ninguno de los clanes que manejaban los arbitrajes", señalan los periodistas italianos, en su defensa directa. Se mostró feliz cuando la FIFA decidió que los partidos fueran dirigidos por una terna de un mismo país, y él lo hará con los designados Cristiano Copelli y Alessandro Stagnoli.

En febrero de este año fue "parado" por la Federcalcio , tras darle a Messina un penal contra Livorno por una mano que en realidad fue dos metros fuera del área. Pero eso es nada al lado de lo que ya estaba sucediendo en el calcio , con las presiones de los grandes -sobre todo de la Juve - en las designaciones turbias de los árbitros.

Nació el 18 de septiembre de 1967, mide 1,90 m y pesa 84 kilos. Es árbitro desde el 1° de enero de 2002 y su primer partido internacional fue Túnez v. Camerún, el 11 de enero de 2002. También habla francés e inglés y le gustan el tenis, el cine y los libros.