Local en Estados Unidos: por qué la selección argentina encontró un destino fijo en su agenda
A principios de este siglo la AFA comenzó a atender destinos en los que antes no reparaba. Buscaba abrir las fronteras y capturar nuevos mercados para recaudar. Escuchó ofertas, descubrió un significativo salto de facturación y salió de gira planetaria a jugar por Saitama, Daca, Calcuta, Hong Kong, Melbourne, Casablanca, Abuya, Riad, Trípoli, Shanghai, Lagos, Singapur, Minsk, Doha, El Cairo, Shizuoka, Seúl, Osaka, Jerusalén..., entre los puntos cardinales más sorprendentes. Sitios salpicados, a los que nunca o muy pocas veces regresó. Salvo un país, un destino que se instaló en su agenda. La selección se volvió un viajero frecuente a los Estados Unidos. Excluyendo a la Argentina, claro, en ningún otro lugar del planeta jugó tantos partidos en las tres últimas décadas.
San Antonio vivirá el bautismo albiceleste y se unirá a las otras 14 ciudades norteamericanas por las que la selección ya dejó una huella. Contra México, desde las 23, en el Alamodone Stadium, será el nuevo eslabón para una cadena que comenzó en 1985, en Los Ángeles. Desde entonces, los amistosos en los Estados Unidos han mantenido una característica algo experimental. Generalmente, los diferentes entrenadores utilizaron estos choques para probar futbolistas y darle competencia a sus ensayos. Por ejemplo, en aquel choque del 14 de noviembre del ‘85, también ante México (1-1), debutaron Sergio Batista y Claudio Borghi, curioso si se atiende la cercanía con el Mundial de México. Especialmente en el casio del ‘Checho’, que sería uno de los pilares en la campaña al título.
#SelecciónMayor ¡Todos juntos! [R][R][R]Listos para el partido con @miseleccionmx [R][R] pic.twitter.com/ZuzQq5xN03&— Selección Argentina [R][R] (@Argentina) September 9, 2019
Esta noche, Scaloni también evaluará piezas e introducirá varias modificaciones con relación a la formación que el jueves pasado empató sin goles contra Chile. "Si solo pensamos en sacar resultados, la convocatoria hubiera sido diferente", aceptó el entrenador que está decidido a profundizar el recambio. Su plan ideal era alinear a Esteban Andrada; Gonzalo Montiel, Pezzella, Marcos Rojo y Nicolás Tagliafico; De Paul, Paredes y Exequiel Palacios; Dybala, Lautaro Martínez y Acuña. Pero no se atrevió a confirmar este equipo por molestias de última hora en las piezas de ataque y en Leandro Paredes. No piensa arriesgar a nadie para evitar conflictos con los clubes europeos. Por eso, mantenían chances de ser titulares Guido Pizarro, Alexis Mac Allister, Zaracho o Lucas Alario.
México fue el adversario más repetido cada vez que la selección pisó los Estados Unidos: en ocho ocasiones se cruzó con los aztecas sobre un total de 36 partidos. Casi todas las excursiones le han sentado bien a la Argentina, ya que apenas perdió tres amistosos y otros dos juegos oficiales, sí, los de la Copa del Mundo 1994, contra Bulgaria y Rumania. San Antonio –el estado del campo de juego del Alamodome fue muy criticado por todos– se convertirá en la tercera ciudad del Estado de Texas que pisará la selección; anteriormente estuvo en Dallas y en Houston. El mapa del recorrido albiceleste también hizo pie en San Diego, Miami, Boston, Saint-Louis, Washington, Seattle, Chicago, Santa Clara, Palo Alto, Pasadena y New Jersey y Los Ángeles, las metrópolis a las que más veces regresó, de costa a costa, de Este a Oeste.
Paradójicamente, lejos de ser la cuna del fútbol, los Estados Unidos de alguna manera se convirtieron en un hogar sustituto de la selección. La progresión y frecuencia de sus visitas es significativa. El recuento año por año lo demuestra: 1 partido en 1985; 1 en 1990; 1 en 1991; 1 en 1993; 4 en 1994; 3 en 1999; 1 en 2000; 2 en 2003; 2 en 2004; 1 en 2005; 2 en 2008; 1 en 2011; 1 en 2012; 2 en 2013; 4 en 2015; 6 en 2016; 2 en 2018, y con el de hoy, otros dos este año. Casi todos los entrenadores peregrinaron por los Estados Unidos, desde Bilardo, pasando por Marcelo Bielsa, José Pekerman, Alfio Basile, Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino y Scaloni, que incluso debutó en septiembre de la temporada pasado, en Los Ángeles, en la goleada por 3 a 0 frente a Guatemala. Únicamente Maradona, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli no vivieron la experiencia.
Varias rarezas encierra el paso de la selección por los Estados Unidos, desde el bautismo de Ariel Ortega en un amistoso contra Alemania, en Miami, en 1993, hasta los 11 goles que convirtió Lionel Messi en los 11 encuentros que disputó. Desde el último tanto de Diego Maradona frente a Grecia en la Copa de 1994, hasta el estreno de Pablo Aimar en 1999, en Chicago. Del doping de Maradona a la renuncia de Messi tras los fatídicos penales en la final de la Copa América 2016. Ese Messi que alguna vez confesó que le encantaba caminar por Manhattan, rodeado por la indiferencia de miles de personas, porque lo convertían en un desconocido más. Si para el capitán se volvió una excursiónconfortable llegar a los Estados Unidos, para el seleccionado se transformó en un viaje de rutina, casi familiar.
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