Esteban Torres, a 2000 metros de un sueño

Ya pasaron once años desde que Esteban Torres dejó Frías, la ciudad santiagueña en la que nació, creció y donde le tomó el gusto a las carreras de caballos. Allá comenzó a correr en la adolescencia, cuando "había que ganarse unos mangos para vivir", recuerda. Antes de viajar a Buenos Aires, su vida se debatía entre "las cuadreras, en calles de tierra; el fútbol por plata y unas pocas jornadas como ayudante de albañil", apunta.

Ser jockey lo apasionaba, y trasladaba su pasión incluso a Catamarca, a un puñado de kilómetros de su casa. Los partidos en el barrio eran un gusto sin la proyección que tenía en la cancha jugando de lateral. Las tareas en las obras eran una herencia, el trabajo de su padre. "A mi me gustaron siempre los caballos, y mucho", enfatiza Torres, que a los 30 años, y a una década de haber egresado de la Escuela de Aprendices de San Isidro, buscará hoy su primera victoria en un gran premio, el Selección de Potrancas (G 1), en La Plata.

Esteban montará a Pepper's Pie, la candidata. Con ella ya logró su primer triunfo en una carrera categorizada, el clásico Diego White (G 3), el 25 de agosto pasado. "Guapeó lindo por dentro esa tarde, ante dos a las que vuelve a enfrentar (Nonstopyou y Catch the Cocktail). Mi emoción iba por dentro, porque no exteriorizo demasiado", confiesa. Antes, su único triunfo clásico había llegado en La Punta, el más joven de los hipódromos de San Luis. Aquella tarde del 22 de septiembre de 2012 fue especialmente a esa provincia por White Girlfriend, la yegua con la que se impuso en el clásico Marina Lezcano. "Después volví otras veces, y también estuve en Las Flores, Santa Fe", repasa el jinete, con una vida profesional itinerante hasta no hace tanto.

"Después de que dejás de descargar kilos (la ventaja que tienen los aprendices hasta recibirse) hay menos trabajo en los hipódromos principales. Por eso, durante un tiempo estaba pendiente de ir a competir al interior", explica, mientras espera en un stud de Palermo que se haga el corderito que almorzará con amigos. Ése es otro clásico de las carreras.

A unos metros está la caballeriza de Walter Suárez, el entrenador con el que obtuvo las dos primeras de las 283 victorias que suma. Allí vivió Esteban hasta 2006, cuando se mudó a Boulogne. "Miguel Cor, que me trajo a Buenos Aires, se volvió a Santiago y nos dejó la casa", revela. Cor es el padre de Paola, su concubina. De orfebre de Esteban a suegro.

Torres es quien se fracturó una muñeca la semana siguiente a salir ileso de una cuádruple rodada en San Isidro en 2008, en la que significó la última competencia en el país del notable Jacinto Herrera (volvería a montar en 2014 en los Estados Unidos). También, es el jinete que ganó en 2011 la primera carrera de prueba que hizo Palermo en su pista de césped previo a la inauguración oficial de esa cancha.

Hoy, en La Plata, otro de los hipódromos principales del país, irá por su mejor victoria. "La experiencia te da tranquilidad. En esta actividad hay que esperar que haya alguna chance, como me pasa ahora, que por primera vez voy a correr un caballo con posibilidades en un gran premio. Esto es gracias a la confianza de Edgardo Martucci (el entrenador de Pepper's Pie), al que durante varios años estuve sólo galopándole o corriéndole poco. Es el resultado del sacrificio y de correr detrás de los sueños", sostiene. Está a 2000 metros de alcanzar uno de ellos.

450

mil pesos es la recompensa que el hipódromo de La Plata reserva para la ganadora del Gran Premio Selección