Sobre la hora, Aldosivi se lo empató a San Lorenzo 2 a 2

MAR DEL PLATA. Con algunas bajas, ambos urgidos por puntos, no les pidan buen juego. Pero sí, al menos, bien vale reconocerle las emociones. Porque Aldosivi y San Lorenzo se repartieron dominio y cerraron un empate que reclamó atención hasta el último minuto.

Se fue más feliz el local, que gracias al olfato y capacidad goleadora de Cristian Chávez logró la igualdad casi en el último suspiro. Y conforme la visita, porque fue pobre su producción, logró dar vuelta el marcador luego de iniciar en desventaja y casi se queda con manos vacías en el último contragolpe de Castillón, que no logró rematar cuando estaba cara a cara con Navarro.

La lista de lesionados es grande por Boedo y entonces Almirón trajo a la costa lo mejor que tenía. Varios de los nombres acostumbrados al banco de suplentes aparecieron en el once titular. Buscó el mejor resultado posible afianzado en Navarro, su arquero; una defensa bien amplia más la experiencia de Belluschi en el mediocampo.

Se extraña la efectividad de Blandi. En ese ataque estuvo Reinero, que falló en la primera mitad al menos tres ocasiones, todas con remates francos al arco, todos desviados. Uno apenas arriba del travesaño, otro con el balón a centímetros del poste izquierdo y la última y más clara, bien perfilado, con un disparo también elevado.

El local quedó siempre resignado al coraje de Chávez, capaz de enfrentar solo a los centrales, sea para resolver por las propias o habilitar a un compañero. Tuvo la suya cuando promediaba la primera mitad y se interpuso Ferrari. También Ozuna pudo marcar, cuando remató bajo y cruzado ante Navarro. El balón se fue apenas al lado del segundo palo. Pero la más clara del primer tiempo estuvo en los pies de Pisano, desconocido. Falló Pereyra en un cierre y el hábil volante definió fuerte y cruzado. Navarro salvó con su pierna derecha.

Aldosivi encontró el gol apenas transcurrían los primeros minutos del complemento. Iñíguez, lateral por derecha, llegó a la línea de fondo y envió un centro atrás que cruzó el área. Tanto que cayó en los pies del marcador de punta izquierdo, Villalba, que a la carrera conectó de zurda y clavó la pelota en el ángulo. Golazo.

Una alegría que duró poco a los de Gustavo Álvarez, que pagaron caras las distracciones. La primera con pelota parada, con un centro que conectó Ferrari con mucha comodidad. De pique al piso, resultó imposible para Pocrnjic. Y cinco minutos después Gaich aprovechó la siesta del colombiano Mena, que dejó picar la pelota en el área y el delantero definió fácil.

Parecía partido cerrado porque Aldosivi sintió el golpe. Hasta que el debutante Pérez, recién ingresado y promesa de inferiores, habilitó a Chávez para que facture con el sello de la ley del ex. Empate emocionante. Y por sobre todo, justo.

La gran atajada de Navarro a Pisano