Argentina-Paraguay: como los nuevos no funcionaron, Scaloni echó mano otra vez a los históricos
BELO HORIZONTE, Brasil.– Cambios. Por acá y por allá. Entre los titulares y otra vez, como en la derrota ante Colombia por 2-0 en el debut, en el descanso. Lionel Scaloni no se queda quieto en busca de soluciones. El DT piensa y busca variantes. La Argentina trata, justamente, de modificar una imagen. Pero poco y nada pasa en la preocupante noche brasileña. Tras los cortocircuitos entre el plantel y el entrenador por las filtraciones hacia la prensa, la lupa se posó anoche especialmente sobre aquellos que entraron de un partido a otro.
Dos históricos afuera, como Sergio Agüero y Ángel Di María. Dos apuestas adentro, como Lautaro Martínez y Roberto Pereyra. Dos nombres que no estaban en la teoría general, como Milton Casco y Rodrigo De Paul, también adentro. Dos nombres con bajo perfil y que buscan afirmarse en una etapa de incertidumbre, como Renzo Saravia y Guido Rodríguez, también afuera. Por momentos, el seleccionado argentino se reconstruye como puede, entre manotazos desesperados.
Claro que todo puede cambiar sobre la marcha y frente a los contratiempos que tuercen decisiones, ya que Agüero jugó el segundo tiempo en lugar de Pereyra y, cuando faltaban 24 minutos, Di María reemplazó a Lautaro Martínez, de llamativa salida. Y, entonces, los históricos entraron nuevamente en la escena.
Agüero entró con más dinámica y participó en la jugada que, VAR mediante, terminó con el penal que Messi convirtió. Kun se escapó por la derecha y metió un centro que Martínez que estrelló en el travesaño. Antes estuvo la mano de Piris. El atacante de Manchester City trató de moverse por todo el frente de ataque y, a diferencia del primer partido, tuvo más encuentros con Messi. Los más interesantes fueron aquellos que encararon a un toque y en velocidad.
¿Qué decir de Lautaro Martínez? De frente al arco le quedó la mencionada combinación con Agüero y un inmejorable cabezazo en el borde del área chica en el que la pelota le quedó demasiado alta y salió por arriba. Nada más.
Pereyra no jugó bien. Como si todavía no estuviera el ciento por ciento físicamente, al mediocampista le faltó el habitual despliegue sobre los costados. En la ida no marcó las diferencias y en la vuelta quedó casi siempre lejos. En el gol de Paraguay, precisamente, fue el tucumano el que no pudo controlar ni alcanzar a Miguel Almirón, ya lanzado en carrera.
Por ese mismo sector, unos metros más atrás, Casco, a diferencia de Saravia en la presentación, tuvo más presencia ofensiva. Pero sus centros no siempre terminaron en el lugar correcto. Para ser justos con el lateral, los últimos años en Newell’s y en River se había desenvuelto por la izquierda, pese a que en sus comienzos en Gimnasia sí lo había hecho por la derecha.
De Paul tuvo arranques interesantes no siempre bien terminados. De él se esperaba una mayor participación, sobre todo, en el circuito creativo. Fue reemplazado por Matías Suárez cuando faltaban cuatro minutos. Di María no entró demasiado en juego y, cuando lo hizo, hasta erró algunos pases que no parecían demasiado complicados.