Un pésimo paso de Boca en Brasil: con tres goles de Marco Ruben, Paranaense lo superó en el juego y en la actitud
Boca fue una sombra. Tuvo una pésima actuación en Brasil, que invita a la reflexión a futuro. Así, hipoteca el porvenir. Perdió por 3 a 0 con Atlético Paranaense, con goles de Marco Ruben, el artillero que se marchó en silencio de Rosario Central, luego de lograr la Copa Argentina, con Edgardo Bauza en la conducción. El goleador aprovechó las ventajas de un equipo rápido, que superó a Boca en todos los aspectos. El equipo xeneize trastabilló en el juego y en la actitud.
Ahora, Paranaense supera a Boca en el grupo G. Y no sólo eso: si Tolima le gana hoy a Wilstermann, el conjunto de la Ribera quedará en la tercera posición.
Las diferencias, en cuanto a historia, recursos y potencial, son abismales. Boca es conocido a nivel sudamericano, tiene múltiples títulos y leyendas, con seis Copas Libertadores en sus vitrinas. Atlético Paranaense está en otra sintonía: lejos de los conjuntos poderosos de Brasil, representa un crédito enorme de Curitiba, sobre todo, luego de obtener la Copa Sudamericana 2018. Crece en silencio, sostenido, sobre todo, por el ímpetu de Lucho González, símbolo a los 38 años. Nombre por nombre, en la actualidad, Boca también mira de reojo a Paranaense, un equipo entusiasta y con jugadores con botines con clase, pero lejos de las grandes luces. A veces, el fútbol asimila las diferencias. A veces, el juego demuestra que nada es lo que parece.
Villa, por la derecha, Benedetto, por el centro, Tevez sin una posición fija y Reynoso, como una suerte de enlace. Boca ensayó una postura audaz que duró un suspiro, porque más allá de los nombres propios, si la estantería ofensiva no es sostenida por una pareja de aguerridos volantes de contención, no hay progreso. Iván Marcone y Nahitan Nandez fueron absorbidos por Lucho González, un titán en la zona media. Tuvo un par de situaciones serias: un cabezazo de Benedetto y un par de disparos de Reynoso que pudieron abrir el marcador. Sin embargo, el gol se presentó en el arco de Andrada, que había tenido una buena atajada. Boca no pisó tierra firme, sobre todo, por las bandas. Y en un avance veloz, Buffarini quedó a mitad de camino, la pelota casi la conecta González –como falso número 9– y Marco Ruben, el otro argentino y desde atrás, marcó el 1-0.
[R] ¡Final del partido![R] Tres goles de Marco Ruben para el triunfo 3-0 de @AthleticoPR ante @BocaJrsOficial [R]Fecha 3 del Grupo G de la #CONMEBOLLibertadorespic.twitter.com/wJPzWBluWc&— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) 3 de abril de 2019
El partido se jugó con una alta temperatura, no sólo por el clima, sino por los choques sobre el campo de juego. Según se supo, hubo tensión en el túnel rumbo al vestuario. El juego perdió brillo en la etapa final: hubo más músculo que creatividad en los minutos finales. Y Boca desapareció. Siempre hubo espacios. Villa era la llave, Benedetto, la confusión en el área. Luego de su paso por el seleccionado, el número 9 volvió errático. Sin embargo, no fue el único.
El otro adversario fue el campo de juego del Arena da Baixada, que tiene un césped particular. Durante la semana pasada, el xeneize se entrenó sobre una superficie parecida a la del estadio de Paranaense, que cuenta con una capacidad para 45.000 espectadores –estuvo repleto– y cuya superficie es una mezcla de césped sintético con natural.
Fue eléctrico el desarrollo. Rony, un puntero de los de antes, por momentos fue indescifrable para la última línea de Boca. Pero había espacios: cualquier cosa podía suceder. Hasta que Tevez perdió una pelota cerca del círculo central, Guimaraes creó una gran acción que derivó en el segundo de Marco Ruben, un paso adelantado. El artillero –ex River– marcó el 3-0, al rato.
Con la consigna "114 años con la camiseta bien puesta", el club celebrará hoy un nuevo aniversario de su fundación que se realizó el 3 de abril de 1905. La idea es que los hinchas salgan a la calle con algún motivo de color azul y oro que los identifique con el sentimiento xeneize. Habrá un acto central, que se efectuará en la Plaza Solís, con la presencia de Daniel Angelici, que también estuvo en el estadio. La celebración tendrá un sabor agridulce. Boca no estuvo a la altura.
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