Atlético Mineiro-San Lorenzo, Copa Sudamericana: el Ciclón resistió en Brasil y pasó a la segunda ronda
Cada torneo es un mundo, cada club es un mundo. Las prioridades deportivas también lo son. Los desafíos futbolísticos se reciclan permanentemente a partir de los diferentes matices que van rodeando a un equipo. Van con sueños sin techo, pero con metas diferentes: lo que para San Lorenzo representa una enorme oportunidad en la Copa Sudamericana, para Atlético Mineiro tal vez no lo sea. Mientras el Ciclón se enfoca en esta competencia, ya con el objetivo cumplido de haber ingresado a la Libertadores 2019, el Galo tiene la mira enfocada al 100 por ciento fronteras adentro de Brasil. ¿El resultado? La igualdad 0-0 le guiñó un ojo a quien más interesado se mostró en avanzar. Los azulgranas amortizaron el 1-0 conseguido en la ida y celebraron en Belo Horizonte.
Justamente de la perspectiva trazada para la actividad internacional se desprende el cuadro de situación de Boedo, que llegó entonado por un más que gratificante epílogo de temporada. El boleto directo a la fase de grupos del torneo más prestigioso de Sudamérica le ensancha las ambiciones, mientras se debate qué sucederá con Claudio Biaggio. Si bien el director técnico firmó un vínculo que lo une al club hasta fin de año, en las últimas horas circuló con fuerza un rumor: la evaluación definitiva se hará una vez que termine la Superliga -frente a River, en el Monumental- el próximo lunes.
Con el obstáculo que supondría distraer la atención en otro terreno (la Sudamericana), el elenco brasileño fundamenta sus aspiraciones locales en varios futbolistas a los que anoche decidió darles descanso. Con respecto al partido de ida en el Nuevo Gasómetro, el Galo apenas repitió en la formación inicial al arquero Víctor y al venezolano Rómulo Otero. El entrenador Thiago Larghi decidió reservar a la mayoría de sus titulares debido a que el equipo disputó siete partidos en los últimos 21 días. Y además la Sudamericana no aparece entre sus principales prioridades. ¿Por qué? La Copa de Brasil, por ejemplo, le otorga al campeón del certamen 15 millones de dólares, una cifra que supera a cualquier otra competencia en el continente sudamericano. La suma de nuevos socios comerciales le permitió al torneo aumentar su presupuesto y quedar por encima de la Libertadores.
El DT Larghi atraviesa una situación particular, un tanto similar a la que vivió Biaggio recientemente. Sucede que el joven de 37 años que comenzó su ciclo el 10 de febrero nunca fue confirmado en su cargo de manera oficial, cuando tomó el mando de manera interina tras la destitución de Oswaldo de Oliveira. Lo curioso es que Larghi, analista de videos que logró el 60% de los puntos, ya pasó la veintena de encuentros dirigidos y con ese número superó inclusive a su antecesor. En el plantel del Galo, aseguran, se ganó el respeto de todos.
Tal vez con la intención de controlar al adversario en la zona media, sabiendo que contaba con la ventaja del 1-0 logrado en el cruce de ida, el Pampa decidió sumar un volante de marca más y optó por modificar el esquema: Franco Moyano jugó en lugar de Nahuel Barrios. Además, el goleador Nicolás Blandi estuvo ausente por lesión. Así, en un primer tiempo friccionado (San Lorenzo recibió cinco tarjetas amarillas) el local contó con las mejores llegadas, pero abusó en sus intentos por el centro y quedó preso en ese embudo.
En el segundo tiempo, el Albinegro salió más decidido y llegó varias veces al arco de Nicolás Navarro con remates de media distancia. Sólo le faltó profundidad en los metros finales, carencia que facilitó la tarea de los defensores del Ciclón. A los 15, Elías tuvo la más clara del partido de frente al arquero pero su remate fue contenido por Navarro. Biaggio retrasó la línea de presión y el equipo aguantó, sin mucha lucidez, pero con amor propio. En esa batalla, el paraguayo Robert Piris da Motta se erigió como la gran figura.
El juego sincronizado pocas veces apareció, mientras las modificaciones no le dieron respuestas al equipo de Larghi. Por momentos, cada acción pareció la última. El juego entrecortado favoreció a los dirigidos por el Pampa, que, cómodos con la mínima diferencia, se movieron sin prisa. A la par, minuto tras minuto, la desesperación se apoderó de Atlético Mineiro, que avanzó con paso forzado hasta el desenlace. Nadie quedó al margen de un final cargado de tensión, pleno de angustia.
Desde ese contexto, no hay que restarle mérito al trabajo de San Lorenzo, por supuesto. Cuando se llevó a cabo el sorteo de esta edición de la Sudamericana nadie quería toparse con Atlético Mineiro. Tampoco con San Pablo, porque son dos de los clubes con mayor presupuesto en el segundo certamen continental.
El presente le sonríe al Ciclón en cuanto a los números. Cumplió con sus objetivos. Le falta brillo, pero sigue sumando también en lo económico. Entre contratos que se vencen y el futuro de Biaggio, la tarea principal en las próximas semanas quedará en manos de la dirigencia azulgrana.
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