El torneo Clausura. Aunque no juegue bien, Vélez siempre sorprende
En la noche de los regresos, Zárate marcó en el final la diferencia con Tigre
Vélez siempre es Vélez. Aunque juegue mal, aunque no convenza, aunque sus jóvenes valores no resulten de una confiabilidad total. Aunque, también, tenga la cabeza en otros pagos, más precisamente en la Copa Libertadores. Hay que desconfiar de Vélez, hasta el último momento: lo sabía Tigre, pero se le escapó. En un partido chato, en el que el equipo de Victoria tuvo las mejores ocasiones, Vélez quiso ser la imagen de la última bola. Y lo fue. Con un cabezazo del Roly Zárate, el enamorado del gol, que saltó más alto que todos los rústicos defensores de Tigre y capitalizó un centro preciso de Razzotti. Claro, también fue la noche de los regresos...
Del Roly, después de un desgarro, titular e incisivo en el área adversaria como siempre. Como lo enseña su historia. De Razzotti, ese volante con capacidad de reacción, la sorpresa del campeón doméstico, que dejó con las manos vacías al juego atildado de don Angel Cappa de aquel Huracán. De Cristaldo, que ingresó en la etapa final, recuperado de una sinovitis en la rodilla derecha. Churry transformó, en parte, el flojísimo primer capítulo, en el que Vélez se equivocó mucho y Tigre hizo su negocio, fiel al estilo Caruso Lombardi: defenderse con uñas y dientes.
Eso sí: cuando dispuso de algún esporádico contraataque, lo hizo con capacidad. Primero, un cabezazo de Fontanello chocó contra un palo y después, un derechazo fantástico de Fondacaro finalizó su recorrido en el travesaño. Aun sin ser el protagonista esencial, sin tener el dominio de la pelota demasiado tiempo, el equipo de Victoria mereció algo más que ese tímido empate sin goles.
Sobre todo, porque sus hombres experimentados pretendieron hacer la diferencia a su modo. Los jóvenes de Vélez resultaron un amago a sus posibilidades. Cada avance parecía una invitación a una fiesta, pero finalizaron en una habitación vacía, sin luces, sin emoción.
El poco público en el gran escenario de Liniers se aburría y hasta lanzaba hipótesis referidas a los octavos de final de la Libertadores. Con la potencia de Cristaldo, con la agresividad de Razzotti y con el gol que lleva en la sangre el Roly Zárate la ecuación cambió. Ese gol significó más que tres puntos. Fue la sentencia de que Vélez siempre puede sorprender.
- Viajará hoy otra ilusión, con destino a México
El plantel de Vélez viajará hoy, a las 11, por Mexicana, rumbo a México, donde jugará el martes próximo el primer partido de los octavos de final de la Libertadores frente a Chivas. Tras una escala en la capital, llegará a Guadalajara. El hotel Camino Real será el búnker.
LO DESTACADO
Después de una semana movida, Gareca se frenó
"Me mentalicé para bajar las revoluciones. Cuando me vi por TV, me di cuenta de que tenía que bajar un cambio", confesó el DT de Vélez.
LO IMPORTANTE
Después de Asad, Caruso se enojó con los hinchas
Aún se recuerda el cruce entre Asad y Caruso Lombardi. Y el DT de Tigre, insultado por los locales, dijo: "La gente pensó que el partido era contra mí".
LO CURIOSO
El peculiar DT de Tigre criticó la tarea de Vélez
"¿Qué hizo para ganar Vélez? Nada. Nos ganó de milagro. Tigre fue superior, pero nos costó tras la roja a Arruabarrena", opinó.
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