Atlético Tucumán pisó fuerte ante Banfield y sueña con la Libertadores 2020
Se siente bien fuera de casa. Atlético Tucumán se valió de su aplomo y en plena batalla por ingresar a la Copa Libertadores 2020 dejó en claro que su apetito de grandes triunfos aún no está satisfecho. El Decano venció a Banfield 2-1, quedó en el cuarto lugar en la Superliga y en la próxima fecha se medirá ante River, su inmediato perseguidor. Un dato que refleja la soltura con la que se mueven los dirigidos por Ricardo Zielinski: en el presente torneo ganaron más de la mitad de los compromisos que disputaron como visitantes (6 de 11).
El dato les roba una sonrisa a los tucumanos. Detrás de Racing y Defensa y Justicia (7 ganados cada uno), el Decano es el elenco que más partidos ganó fuera del estadio Monumental José Fierro. En su visita al Sur, exhibieron una vez más un estado de ánimo óptimo y respondieron con el ímpetu de aquel que se siente ganador.
En el primer tiempo, dentro de un desarrollo parejo y muy luchado, hubo momentos puntuales que dejaron su huella en el juego. Los conducidos por Hernán Crespo tuvieron la primera oportunidad para abrir el marcador tras un tiro libre de Jesús Dátolo que se estrelló en el palo izquierdo de Cristian Lucchetti. Pero a los 34 minutos, Leandro Díaz marcó el 1-0 de penal, después de una infracción de Arboleda ante el propio goleador tucumano.
Posteriormente, Banfield insinuó un poco más y Lucchetti salvó al Decano tras un zapatazo de Emanuel Coronel que el arquero alcanzó a desviar y la pelota rebotó en el travesaño. Una situación que nunca alteró a los visitantes. La serenidad en esos momentos de vértigo resultó otra prueba para su propio convencimiento.
Este Atlético Tucumán se fue consolidando desde hace un puñado de temporadas. Hay responsabilidad y buena química; madurez y bastante tranquilidad para amoldarse a lo que pide cada partido. Quizá lo que mejor sabe hacer este conjunto es leer cuál es el mejor negocio en un encuentro. Tal vez no se destaque como un equipo de esos que llena los ojos desde un juego vistoso, aunque su funcionamiento convence e impone condiciones. Ahí radican algunas de las diferencias frente a un equipo en pleno desarrollo. Banfield siempre intentó descontar y soltó a defensores y volantes en busca del área rival, pero de manera intrascendente; a pesar de los esfuerzos, nunca tuvo profundidad.
En la segunda mitad, el Taladro ni siquiera tuvo tiempo de entrar con una actitud más decidida. A los 2 minutos, Gervasio Núñez amplió la ventaja con un golazo de tiro libre. Atlético Tucumán, fiel a su estilo, trabajó el partido con tranquilidad y con el resultado como principal aliado. Nunca brilló, aunque siguió jugando con seriedad.
Lo ganó el Decano, casi sin esforzarse y con altibajos en el juego, pero igual le alcanzó. El 2 a 1 que logró Banfield sobre el cierre -el juvenil Agustín Urzi, de 18 años, anotó su primer tanto en primera división- le dio justicia al desarrollo. Sin demasiadas ideas, los locales siempre estuvieron a tiro del partido.
Ahora, los dirigidos por Ricardo Zielinski se medirán el próximo domingo con los millonarios en Tucumán, en un duelo que será clave para determinar el futuro de ambos clubes de cara a la Libertadores de 2020. De Banfield los visitantes se marcharon con varias certezas: el equipo sigue ganando en confianza, el estilo continúa por los carriles que el entrenador quiere y tiene un plantel que permanentemente busca nuevas oportunidades, algo que lo sitúa como un conjunto dispuesto a dar pelea en cualquier terreno.