Torneo Inicial. Boca, en ataque, ganó con el cambio
Generó más con el 4-4-2, los N° 9 fueron mejor abastecidos y le ganó bien a Independiente 2-1 / Los rojos erraron mucho y luego se quedaron sin energías
Mientras la interna entre el entrenador (Julio César Falcioni) y el ídolo que ya no está (Juan Román Riquelme) está más encendida que nunca, Boca-equipo intenta encontrar disparadores que –desde lo futbolístico– lo hagan crecer desde el rendimiento. El triunfo de ayer ante Independiente por 2-1 les permitió a los xeneizes sacarse la espina por la eliminación sufrida en la Copa Sudamericana y complicar aún más a su adversario internacional, que no gana hace 16 partidos, que no encuentra respuestas ni siquiera con la llegada de Américo Gallego y que ve como se compromete aún más con el descenso. Mientras varias cosas le suceden al mismo tiempo, se puede decir que Boca ganó con el cambio.
La modificación de sistema le permitió un crecimiento ofensivo con respecto a las últimas actuaciones frente a Atlético de Rafaela y Argentinos, aunque defensivamente sigue ofreciendo grietas. Será trabajo del director técnico encontrar un equilibrio. Porque si bien Independiente no lo inquietó en la segunda etapa, en la primera le pudo haber convertido tres goles. Apenas sufrió uno y allí se encuentra una de las razones por las cuales luego dio vuelta el partido.
Del 4-3-1-2 al 4-4-2
Pese a que Falcioni decía, después de cada encuentro, que estaba conforme con el dibujo con el enganche y resaltaba los esfuerzos que hacía el doble 9 entre Viatri y Silva, recién ayer ellos tuvieron el juego que necesita cuando se planifica con dos atacantes con sus características. Con el tándem Clemente Rodríguez-Sánchez Miño (por la izquierda) y las proyecciones de Albín-Rivero (por la derecha), el local ganó en desdoblamientos, en juego por las bandas, y así fue que los delanteros fueron más y mejor abastecidos. Así fue como tuvieron más situaciones de gol y cómo Viatri encontró descargas por afuera cuando se tiraba atrás para ser un eslabón más en la creación de los avances. De un centro desde una de las bandas (de Sánchez Miño) llegó el cabezazo goleador de Silva para el empate. Y de una presión y recupero ofensivo de Sánchez Miño, la figura del partido, sobre Fredes, llegó el desequilibrio con un zurdazo desde afuera del área.
Boca no sólo ganó en ataque porque ganó. Sino porque generó más intentos ofensivos y porque concretó más situaciones de las que había acumulado en los últimos encuentros. Boca, del medio campo hacia arriba, jugó mejor ayer que ante Rafaela en la cancha de Vélez (aunque también se impuso 2-1) y que ante Argentinos en la Paternal, donde jugó 28 minutos con un futbolista más y apenas tuvo dos chances claras. Además de las concreciones, hubo un mano a mano de Hilario Navarro a Sánchez Miño; otro del arquero sobre Rivero; un gol de Sánchez Miño que salvó en la línea Ferreyra; un zurdazo cruzado de Erviti; un cabezazo de Viatri que fue mandado al córner por Hilario...
También vale remarcar que el equipo sufrió en su propio arco porque la espalda de Albín fue aprovechada entre el retroceso de Leguizamón y las subidas de Ferreyra. Y porque los centrales volvieron a dar ventajas con muchos metros para cubrir; además, Somoza aun no recupera su mejor versión. Ferreyra fue una pesadilla para Albin y un gran desborde suyo por su costado, dejando en el camino al lateral y a Schiavi, finalizó en el gol en contra de Caruzzo.
Los Rojos salieron a jugarle de igual a igual a un Boca que se sintió más cómodo jugando de contraataque en su propio estadio. En el golpe por golpe, como se habían dado también los choques por el Clausura 2012 (ganaron los dirigidos por Cristian Díaz 5-4) y la Sudamericana (3-3) ayer pudo ser otra jornada de varios festejos en ambos arcos. La diferencia fue que Independiente, en el primer tiempo, no fue eficaz en las chances muy favorables que tuvo Farías (dos veces), en otra de Leguizamón, bien achicado por Ustari y en el cabezazo cruzado de Rosales.
Boca se dio un gusto grande, mientras que Independiente no levanta cabeza ni desde los resultados ni desde las respuestas anímicas.
No ganaba desde 2006
El último triunfo de Boca como local ante Independiente había sido por 1-0 en el Apertura 2006 (gol de Matías Silvestre). A partir de allí había sumado 4 empates (tres 1-1 y un 3-3) y dos derrotas (1-2 y 4-5).
Sánchez Miño ya es una figura repetida
Hace rato que Juan Sánchez Miño viene mostrando sus condiciones en el campo de juego. Ayer le tocó desempeñarse, al comienzo, como mediocampista (donde se siente más seguro) y finalizó como lateral izquierdo. En ambas funciones se destacó. Primero asistiendo a Silva en el 1-0; luego recuperando y anotando con un zurdazo el 2-1, en la segunda etapa. Cuando ingresó Colazo por Clemente Rodríguez, bajó a la posición de lateral izquierdo y también cumplió con coberturas defensivas (incluso rechazando de cabeza centros cruzados) y trabando en los mano a mano con Vargas. Hoy se sumará a la selección muy motivado.
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