Boca está ... y una noche, tuvo su mejor actuación
Con tres tantos de Palermo y una tarea colectiva de calidad, venció a Colón y quedó a cinco puntos de la cima.
Por Christian Leblebidjian
LA NACION
Llegó su hora. Hay equipo: Boca está. Su mejor expresión llegó una noche casi de primavera: un 3-1 contra Colón que expone la mejor actuación en el torneo. Fútbol y goles. Los de Martín Palermo, tres de todos los colores (y un penal fallado). El equipo que dirige Bichi Borghi, al fin, se impone en la escena con un envión anímico influyente. Ataca bien, se defiende mejor. Provoca en el área adversaria, al menos, 15 situaciones de riesgo. Anota tres, es cierto, pero debieron ser algunos más. Hay buenos desempeños, muy buenos en realidad, no sólo del Gran Martín. De Caruzzo, de Clemente, de Battaglia, hasta de Escudero, aquel hábil jugador surgido de Vélez que no podía afirmarse, siempre con el fantasma de Riquelme desde la platea.
Si no tiene tranquilidad, serenidad, ahora, el entrenador no la va a lograr nunca. Está a cinco puntos de San Lorenzo, el nuevo líder. ¿Que no parece cerca? Tiempo al tiempo: hace un puñado de jornadas, estaba casi fuera de carrera. Y ahora, ahora, Boca demuestra lo maravilloso que es el fútbol. Se trata de ajustar algunas piezas y no volverse loco. Trabajo, esfuerzo, esmero y, algún día, la mejor versión debía aparecer. Surgió anoche, contra Colón. Un débil adversario, claro, pero...
Antes, mucho antes, queda la sensación de que a Boca todo le cuesta. Como si se tratase de una máxima: si no es con esfuerzo, si no es con sufrimiento, si no es con suspenso, no vale. Juega mejor que su adversario, lo supera en casi todos los sectores, el gol está al caer, debe ser una consecuencia lógica de su mejor versión, pero sucumbe. Tal vez, en forma inexplicable. O no. Tiene un puñado de buenas situaciones: un mano a mano desperdiciado por Clemente Rodríguez, una media vuelta de Viatri, un cabezazo de Caruzzo que Pozo desvía al córner. Debe estar ganando Boca, pero de pronto pierde. Porque Medel lee al revés el manual del buen despeje: lo hace tardíamente y hacia adentro y Moreno y Fabianesi, que andaba por ahí, descubre el arco. Colón gana 1 a 0, aunque casi no había visitado el área contraria. Lo bueno de Boca es que no se derrumba, como tiempo atrás.
Está, vive, continúa vigente su juego de ataque y presión. Primero, encuentra el empate con una gran definición de Palermo (la picó, sobre la desesperación de Pozo), luego de un pase de Caruzzo, en la escena, como moderno wing izquierdo. Apenas empieza el segundo acto, Pozo se lesiona y entra en su lugar el joven Marcos Díaz..., que a los dos minutos de ponerse los guantes ya debe sacar el balón de su arco. Porque la sorpresa de Clemente, de derecha a izquierda, encuentra otra vez a Martín. Desaire a un defensor y definición de derecha. Otra noche con su sello, con su amor con el gol.
Sigue el impulso de Boca por el arco adversario. El arquero santafecino, nervioso, sale demasiado lejos y demasiado mal frente a un avance de Viatri. Penal. Le habla a Palermo antes del tiro, acaso, a modo de esperanza. ¿Puede errarlo, puede sentir presión frente a un guardavalla inexperto? Así parece: su envío marcha hacia el cielo.
Aunque Colón no reacciona, ni siquiera con ese obsequio. Casi no pasa la mitad de la cancha, una misión que podría haber sido el objetivo cuando el juego iba 0-0 o, más aún, con aquel 1-0. Es más: pierde a Quiroga, expulsado por una durísima infracción contra Clemente. Así, la mesa está servida para Boca.
Termina la noche de Palermo (otra más) con otro gol, esta vez de zurda. El 3-1 está más cerca de lo que realmente está ocurriendo: el nacimiento de un nuevo Boca. De un equipo confiable.
MOHAMED, EXPULSADO, LE PIDIÓ EXPLICACIONES AL ÁRBITRO
El entrenador de Colón esperó hasta el final del primer tiempo para reclamarle a Luis Álvarez por su expulsión. Ambos discutieron cuando el DT quiso meterse en la manga que da al vestuario de los árbitros.
LAS LEONAS TUVIERON SU HOMENAJE EN LA BOMBONERA
Encabezadas por la arquera Belén Succi y la goleadora Belén Barrionuevo, el equipo argentino de hockey femenino festejó el título obtenido en el Mundial de Rosario con una vuelta olímpica.
A MORENO Y FABIANESI LES SIENTAN BIEN LOS COLORES AZUL Y ORO
El jugador de Colón le convirtió por tercera vez en su carrera al conjunto xeneize. Su primer gol frente a Boca fue en el Apertura 2005, y sirvió para que el equipo santafecino ganara en la Bombonera por 1 a 0. Luego, le anotó con la camiseta de Central, en Rosario, y su equipo venció por 2 a 0 en el Clausura 2009.
DIXIT
"Cuando Boca gana, se deben preocupar los equipos que están arriba. Esta vez, el triunfo tuvo todos los condimentos, porque se ganó, pero también se gustó"
CLAUDIO BORGHI
"Fue un partido importante para nosotros porque nos acercamos a la punta. Dos victorias seguidas son un lindo envión, que nos deja mucho más cerca".
SEBASTIAN BATTAGLIA
"Estoy contento por la victoria, porque nos acercamos, pero sobre todo porque vamos encontrando una estructura como equipo. Estamos en el buen camino"
CRISTIAN LUCCHETTI
"¿Si pensé en renunciar? Y..., puede ser. Voy a dirigir el sábado contra San Lorenzo, después se verá. El árbitro me echó porque le dije: ya me curraste un partido..."
ANTONIO MOHAMED
"Es una lesión extraña la de Diego Pozo, un traumatismo en la pierna derecha. Lo sufrió luego del primer gol de Palermo, cuando chocó con Moreno y Fabianesi"
EDUARDO VEGA (MEDICO DE COLON)
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