Boca-Palmeiras: lo que piensa Guillermo Barros Schelotto para el desquite ante Palmeiras en San Pablo
Pocos tenían fe de que Boca pudiese atropellar a Palmeiras en la Bombonera.Por eso es que ambos goles de Darío Benedetto fueron un desahogo para los que estaban adentro y afuera. También para Guillermo Barros Schelotto, que parece sentirse más cómodo, equilibrado y pensante a estas instancias de la Copa Libertadores. Fue un triunfo que elevó los ánimos de todo el mundo azul y oro, así como también el favoritismo de la serie cambió de bando. No obstante, el técnico boquense mantuvo la prudencia y hasta dio señales de advertencia que parece ser fundamental respetar.
Porque aunque se mostró conforme por la labor de sus dirigidos, no quiso entusiasmarse demasiado. Aunque sí consideró que la forma en la que lograron la victoria es clave para ir con cierto margen a San Pablo: "La gente de Boca está contenta y eso tiene significado en la buena diferencia que logramos, pero restan 90 minutos para conseguir el pase a la final, que es uno de nuestros objetivos", explicó el Mellizo en la conferencia de prensa.
Palmeiras tiene una gran fortaleza anímica y física. Aún no hay nada definido
¿Por qué no es de fiar este gran resultado a favor? Cuando se lo consultaron, Guillermo se anticipó al final de la pregunta y contestó con voz seria y convincente: "Va a ser un partido durísimo, no va a ser nada fácil. Tenemos que mostrar la misma actitud y el mismo juego, y tenemos que imponernos nosotros. Ellos demostraron tener una gran fortaleza física y anímica a lo largo de la Copa. Así que todavía no hay nada definido", sentenció el entrenador.
Guillermo está más cerca de darle a la entidad de la Ribera su séptima obtención de la Copa Libertadores. Y, paradójicamente, aquello es gracias a que su equipo fue inteligente en estas etapas decisivas de la competición: del vértigo ofensivo tan patente en su ciclo -y cuestionado por la falta de una identidad futbolística más clara- pasó a este estilo algo más equilibrado, dispuesto a los duelos "sucios" a través de la actitud y que apela a las maniobras decisivas: con esa fórmula no perdió ninguno de los cinco partidos que disputó desde el comienzo de los octavos de final. En definitiva, juega ese tipo de partidos que se llaman coperos.
Anoche ante Palmeiras no fue la excepción. Y aunque este libreto es distinto al que siempre quiso plasmar en Boca (pero no lo consiguió), al Mellizo no se le cae ningún anillo al reconocer que su equipo tuvo un buen partido con otro planteo muy diferente: "Creo que estas instancias, al igual que el encuentro entre River y Gremio, se presentan partidos similares a los del Mundial: se definen en detalles. Por la calidad de rivales y jugadores, tenés que estar atento los 90 minutos a la posibilidad de que el contrario te ataque. Pero el equipo estuvo muy bien ordenado, fue inteligente y jugó con disciplina. Y se notó, porque vencimos a un equipo que había ganado todos los partidos de visitante en esta Copa, pero que hoy no logró generarnos situaciones de gol".
"Me quedo con todo lo que vimos de Boca. Sabíamos que teníamos que mantener la intensidad y el nivel de juego durante todo el partido. Si te caés y le das una chance al rival, en estas instancias es una ventaja muy grande. En líneas generales tuvimos la actitud para ganar y en el segundo tiempo la sensación era que el gol llegaba en cualquier momento", agregó un Barros Schelotto muy satisfecho.
¿Y ahora? ¿Cuál es la fórmula para dar el golpe de nocaut? Guillermo lo dejó en claro: "Tenemos que ir a Brasil a disputar otra final. Y hay que jugarla aún mejor que hoy".