El torneo Apertura. Boca recuperó la línea, frenó a los Rojos y le puso pimienta al certamen
Le ganó 3 a 2 al puntero tras revertir una desventaja y mostrar un mejor funcionamiento; Palermo volvió a convertir y Gracián hizo un golazo La ficha del partido
Después de varias fechas a fuego lento, el Apertura entró en ebullición. Aquellos hinchas que sólo pudieron echarle una mirada superficial a la programación de entresemana se perdieron lo mejor del torneo. Los goles y las emociones llegaron en aluvión. Y también las novedades. Una importante: a Independiente se le cayó la máscara de líder implacable, de equipo en estado de gracia, que había convertido en ley que cada gol de Denis significara automáticamente un triunfo. Ayer no le sirvió la puntual y tempranera contribución de su goleador.
En el primer clásico que le deparó el certamen, lo que equivale a una prueba de alta exigencia, Independiente se descubrió inconstante y frágil. Defectos que se podían adivinar en los encuentros anteriores, sin que alguno de los rivales pudiera capitalizarlos. No fue el caso de Boca, que tuvo la virtud de hacer coincidir su mejor rendimiento en el Apertura con la victoria más valiosa. Porque si algún mérito se le puede señalar es que Boca, sin redondear una producción deslumbrante, fue más equipo que Independiente. En cada una de las tres líneas y en el sentido colectivo.
Y eso que el puntero había tenido un comienzo luminoso, en la onda ganadora a la que se había acostumbrado. A los dos minutos, Díaz dibujó las primeras gambetas de su repertorio, profundizó para encontrarse con Montenegro y la pelota fue a encontrarse con Denis, que es lo que ocurre cuando un goleador está en racha. Parecía que Independiente iba a tener una tarde de gozo, sobre todo porque Díaz y Montenegro se asociaban para el toque y las combinaciones; el resto acompañaba con un ritmo bastante alto y la enjundia típica del que está con el ánimo a tope.
Boca se fue rearmando de a poco. Antes de que hiciera pie y gobernara el medio campo, tomó aire con los pelotazos a Palacio, importante por su velocidad y profundidad para abrir las primeras grietas en la defensa local. Cuando el partido empezaba a emparejarse, Boca empató en un defectuoso despeje de Rodríguez. El desarrollo cambiaría de signo, porque en la medida en que Boca ganó consistencia en el medio y se agrupó mejor, Independiente se fue fracturando, con los volantes en franco retroceso y el aislamiento de los hombres de ataque.
A una desgracia (la lesión de Machín) Troglio le sumó una equivocación con el ingreso de Pusineri. Sólo por su condición de ilustre campeón de 2002 y de ídolo de la hinchada se puede justificar la presencia del volante, que está fuera de ritmo, pesado. Como en el fútbol no se puede vivir de los recuerdos, Independiente hubiera necesitado alguien más en forma (Fredes, por ejemplo, o Calello), porque con Pusineri era como jugar con diez. Demasiada ventaja ante un Boca que recuperaba la línea y se mostraba más laborioso y armónico.
Con el respaldo de un mejor funcionamiento, Boca activó algunas armas que venían medio adormecidas para pasar a ganar. Palacio estaba enchufado y Palermo, al fin, se reencontró con el gol mediante un cabezazo. Con Independiente malherido y desconcertado, Russo puso a un suplente que tendrá inmediato destino de titular: Gracián, la pieza que le da al equipo los matices que le faltan: conducción, pase limpio y también llegada, como lo demostró en la genial maniobra de casi 50 metros (nacida en un error de Pusineri) que incluyó una elegante gambeta a Assmann.
Las aspiraciones de Independiente pueden verse limitadas por su endeblez defensiva. Le falta solvencia y lo que resuelve es a las apuradas. En cuanto al resto, estaba claro que necesitaba más peso ofensivo porque sus volantes no acompañaban. Troglio demoró las entradas de Fredes y Sosa, que al menos ampliaron el frente de ataque. El descuento de cabeza de Matheu, en un momento en el que Boca parecía tener todo resuelto, reanimó a Independiente, que se puso a tiro del empate en la misma medida en que quedó en la cornisa en más de un contraataque.
Un final a tono con una fecha que reescribió la trama del torneo con un torrente de emociones, un puntero doblegado y un candidato (Boca) que mostró las uñas.
- 6 son los triunfos consecutivos ante Independiente de Boca, que en el historial general le sacó siete éxitos de ventaja (64 contra 57).
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