Boca - Santos: Carlos Tevez, el verdugo del pasado que quiere aprovechar su presente
Cuando Carlos Tevez se consagró campeón de América el 2 de julio de 2003 frente a Santos en San Pablo, Sandry y Kaio Jorge, dos de los titulares de esta noche en el equipo santista, tenían uno y dos años. Esa noche, con la camiseta número 11, anotó el primer gol del aquel 3 a 1 que cerró la definición con un categórico 5 a 1 global.
La vigencia del Apache permite jugar con esas historias que se encuentran en el fútbol. De hecho, apenas cuatro de los once brasileños que disputarán, desde las 21.30, la primera semifinal en la Bombonera, tenían entonces más de 10 años.
Carlitos es sinónimo de respeto para Santos. Dos años y cuatro meses después de esa final de la Libertadores, se despachó con un hat-trick en un histórico 7 a 1 logrado por Corinthians, por el campeonato brasileño de 2005. Ese día, Fábio Costa, que lo había padecido como rival en 2003, lo disfrutó como compañero desde el arco corinthiano.
Tevez llega a esta serie con ilusión, expectativa y compromiso. Es consciente de que sobre sus espaldas cae la mayor responsabilidad del equipo. Por idolatría, por experiencia y por vigencia. Pero también porque se siente en deuda. Con los hinchas y consigo mismo.
Desde que volvió a Boca, en julio de 2015, y los hinchas llenaron la Bombonera un lunes a la noche solo para darle la bienvenida, él soñó con volver a levantar la Copa Libertadores. Tuvo una gran oportunidad en 2016, pero él, y el equipo, la dilapidaron frente a un por entonces ignoto Independiente del Valle. Nunca se sabrá si subestimaron al rival, pero lo concreto es que los ecuatorianos fueron finalistas.
Dos años más tarde, tras la controvertida excursión a la Superliga china, Tevez volvió a acariciar la gloria. Pero con el rostro serio y la frente alta (con bronca porque apenas ingresó diez minutos) observó desde el campo de juego del Santiago Bernabéu, en Madrid, como River alzaba el trofeo deseado.
La oportunidad volvió a estar cerca en 2019. Pero otra vez, como en 2018, volvió a entrometerse en el camino el rival de siempre. El 1 a 0 en la Bombonera no pudo evitar la clasificación del conjunto millonario a la primera final única de la historia, que luego perdió en Lima ante Flamengo 2 a 1, con dos tantos de Gabigol en los últimos tres minutos.
De aquellos años a estos
¿Qué Tevez es el que iniciará esta noche la serie semifinal con Santos? Uno muchísimo más cercano a aquel de 2003. Sin la explosión lógica de sus entonces 19 años. Pero con el aplomo, el respeto y la jerarquía adquirida durante sus 18 años de carrera profesional, con el entusiasmo y la chispa recuperada (mérito suyo y de Juan Román Riquelme) y, también, con la sed de revancha que le dejó las tres frustraciones recientes y casi seguidas en la Copa.
Un Apache que recuperó el poder de fuego (con 11 goles es, junto a Eduardo Salvio, el máximo artillero del ciclo Russo). Que puede vestirse de enganche si la jugada lo requiere, como ocurrió el sábado con su asistencia perfecta a Villa, antes del 2 a 2 de Boca ante River. Y que parece rejuvenecido, consciente de que, aunque declare que "hay Tevez para rato", le queda poco hilo en el carretel: el 5 de febrero cumplirá 37 años.
Cuando esta noche suba por esos escalones que conectan el túnel con el césped de la Bombonera, Tevez vivirá sensaciones distintas frente a un adversario que le trae buenos recuerdos. Sin público, es cierto, pero con la misma intención que aquel joven que supo destacarse frente a Santos.
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