Volvió Boca: sólido e invicto, se consagró después de tres años
Tras funcionar como un reloj durante todo el torneo, el conjunto xeneize aprovechó la primera oportunidad que tuvo de consagrarse con un rápido 3 a 0 a Banfield, a dos fechas del final.
El fútbol suele ofrecer matices y siempre deja abierto un abanico de variables en función de un simple resultado. Boca se encargó de desactivar cualquier consideración que pueda mostrar una valoración distinta a la que se desprende naturalmente en este Apertura 2011: se puede jactar de ser el mejor equipo del fútbol argentino. Puede gritar campeón con la legitimidad de lo que demostró en la cancha. Nada de suerte, aniquiló lo impredecible y se consolidó desde el convencimiento que ofrece la buena química que se logra con madurez y frescura. Privilegió el intelecto por sobre la fibra. Eligió a Riquelme como su guía y le cedió a Schiavi la toma de decisiones a la hora de construir lo que fue una de las claves de este nuevo título: una muralla defensiva.
Más allá de gustos o estilos, el equipo que se moldeó de la mano de Julio Falcioni demostró en cada escalón del torneo que estaba seguro de lo que quería. Ayer, ante Banfield sólo tuvo que hacer lo que mejor sabe: someter al rival. Como si se hubiera propuesto ante el equipo de La Volpe, justo La Volpe, exponer cada uno de los argumentos que lo llevaron hasta la cima. Que le dieron una diferencia de 11 puntos sobre los demás, que le permiten tener sólo 4 goles en contra, que extienden su racha invicta a 27 juegos. Los que le entregaron la estrella número 24 en el orden local.
No quería dejar dudas Boca; simplemente tuvo que proponerse demoler a Banfield, y lo logró. Como cada objetivo que se trazó en este torneo. Anoche fue Banfield el que no supo qué hacer para controlar a Rivero, Erviti o Pochi Chávez. Pero tampoco antes lo pudieron hacer Lanús, Independiente, Colón, Estudiantes o Godoy Cruz… No lograron Christian Lucchetti, Carboni o Delfino resolver cada ataque de Boca en los que Cvitanich o Mouche pisaron el área. Igual que le sucedió al bloque defensivo de Unión o Atlético Rafaela, para soportar la contundencia de Lucas Viatri o Nicolás Blandi. Y no supieron qué hacer Rodrigo López o Ferreyra ante Schiavi, Insaurralde, Roncaglia, Clemente Rodríguez y Orion, así como tampoco casi ninguno de los equipos pudo descifrar cuál era la combinación de semejante cerrojo defensivo.
Apenas 45 minutos le alcanzaron para resolver el partido. No necesitó mucho más. Somoza se paró en la mitad de la cancha y frenó cualquier intento de Gómez. Chávez tomó el control de la pelota, Erviti se ocupó de los relevos y se acabó la historia. Banfield estuvo muy lejos de ser una oposición seria, un poco por lo poco que propuso, pero mucho por lo que Boca no le permitió hacer. Así como sucedió con otros rivales en este campeonato. Porque ante Vélez y Racing, Boca no pudo atropellarlos, pero sí ofreció señales que lo pusieron por encima de los dos equipos que se presumía que eran el escollo más duro hacia el título. Quizá por eso festeja dos fechas antes del final.
Si hasta se dio el lujo de darle unos minutos a un Riquelme que quedó expuesto por su falta de juego. Pero claro, necesitaba este Boca hacerle un lugar al hombre que le dio una identidad. Se paseó por el campo, se preocuparon todos por darle la pelota y la gente se desarmó en aplausos. Falcioni se permitió hacer cambios para que Schiavi y Rivero fueran ovacionados. Le dio confianza a Chávez dejándolo en el campo.
Boca coronó su campaña con el título. Demostró también ayer que nadie puede cuestionarlo. Aunque en realidad, el equipo xeneize comenzó a elaborar su figura de campeón desde el día en que se convenció de que el camino era convertirse en un verdadero equipo. Y eso lo logró sin discusión alguna.
Orión, campeón en tres equipos
El arquero sumó ayer el tercer título local con equipos diferentes. El primero fue el Clausura 2007, con San Lorenzo; hace doce meses se consagró con Estudiantes en el Apertura. Anoche celebró con Boca en su primer semestre en el club de la Ribera.
El invicto se extiende
A Boca le restan dos partidos en el Apertura (Arsenal y All Boys) para ser campeón invicto por segunda vez en la historia. Ya lo fue en el Apertura 98. Los otros campeones imbatidos son San Lorenzo (Metro 68 y Nacional 72), Ferro (Nacional 84) y River (Apertura 94). La serie sin derrotas de Boca es de 27 encuentros. No es superado desde la 9a fecha del Clausura (10 de abril): 0-2 vs. Lanús de visitante. Es el segundo registro en la historia del profesionalismo del club, detrás de los 40 de la temporada 1998/99.
De local, tras 11 años
Boca no se consagraba campeón en la Bombonera desde el Apertura 2000, cuando le ganó 1 a 0 (gol de Matías Arce) a Estudiantes.
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