Emiliano Sala fue incluido en la lista de Cardiff para el partido ante Arsenal, donde se hizo un homenaje

Si el avión que partió de Nantes con Emiliano Sala rumbo a Cardiff hubiese llegado a destino la noche del lunes pasado, el partido de este martes entre el equipo galés y Arsenal por la Premier League hubiera sido el del debut del delantero argentino en el torneo británico. Sin embargo, la búsqueda del goleador y el piloto David Ibbotson que manejaba la nave continúa, y también el fútbol, aunque ya nada es igual en los clubes involucrados con el pase.

Es el mundo del deporte el que está impactado y Arsenal, el local en el Emirates Stadium, dio un ejemplo de que lo siente en carne propia. En el programa con las listas de jugadores incluyó en el último casillero del Cardiff a Emiliano Sala, con la bandera de la Argentina y una flor en el lugar del número de la camiseta. Cuando los equipos salieron a la cancha, algunos chicos corrieron junto a los jugadores con ofrendas florales que luego los capitanes depositaron en el punto central, y al formarse los equipos en mitad de la cancha, abrazados entre los futbolistas, la imagen de Sala se podía ver en la pantalla gigante.

El minuto de aplausos dedicados a Sala en el primer partido del equipo galés después de su desaparición, las banderas con alusiones, el junquillo amarillo –un símbolo galés– en su honor, una bandera de la Argentina con el nombre de Sala o bufandas del Nantes fueron retratos que entregó la noche londinense.

"Nunca te vimos jugar y jamás te vimos marcar, Emiliano, nuestro hermoso 'Bluebird' te querremos siempre", se leía en una de las banderas. Impactante, entre pancartas y cartulinas amarillas en tributo al goleador que no llegó y al que se lo sigue buscando.

En las redes sociales, Arsenal vinculó varios posteos referidos a Sala, omnipresente en el duelo. Laurent Koscielny, capitán de los galeses, ausente debido a un golpe en el rostro, comparó la atmósfera del partido con la sus partidos con la selección francesa durante y después de los atentados de París en 2015. Ahora, la derrota por 2-1 fue lo menos doloroso.