Con otro golpe, Caruso se quedó sin apoyo y sin futuro
El DT había aparecido en el Cilindro con un impecable traje; tras el 4 a 0 ante Racing no quiso hablar con la prensa y se fue con la cabeza gacha
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/CYXB5Y7R3NHBHOV6TAXUQ57JR4.jpg)
Ricardo Caruso Lombardi, el polémico y cuestionado entrenador, quedó al borde de la salida del Ciclón, luego de la derrota contra Racing de anoche, la tercera seguida, tras el 1-0 con Newell's y el 2-1 contra Vélez. Sin el apoyo de los dirigentes, con quienes se enfrentó en forma mediática y detrás de escena, con más de un desplante, con el respaldo extraviado de los jugadores y con críticas despiadadas de los hinchas, sólo se espera "un gesto" del técnico, que marque su salida. Con la crisis económica a cuestas, San Lorenzo no quiere afrontar un gasto millonario para despedirlo (serían 6 millones de pesos) e invertir dinero en otro conductor. ¿Qué hará Caruso? Piensa en la salida, ya que se siente acorralado, aunque quiere negociar. Se sabe: Marcelo Gallardo es el elegido para sucederlo.
"Andate gordo, no podés dirigir ni el tránsito", le gritó un desaforado, cuando el DT se alejó de Avellaneda. No sólo está en el centro de la escena la posible salida del conductor. Anoche se presentó otro problema, que ya amenaza con extenderse: se lesionó Nacho Piatti en el final del primer tiempo. ¿Qué tiene Piatti? Sería un desgarro en el muslo de la pierna izquierda.
Llamativo caso. Figura codiciada por otros grandes (Independiente, River), al final fue tentado por la mejor oferta económica de Marcelo Tinelli. Le costó adaptarse, se preparó físicamente y debutó contra Colón, en una buena actuación del Ciclón, con el sello de su calidad. Luego, en la semana siguiente, se lesionó: una distensión en el muslo izquierdo. No jugó más. Volvió anoche, hasta que se derrumbó en el césped.
Sus lágrimas, mientras finalizaba el primer capítulo, en el banco de los suplentes, exponían su desolación. Sólo un partido actuó Piatti. El hábil futbolista apenas había jugado en dos partidos en el año, antes de sumarse al equipo del Bajo Flores. En Lecce, el 22 de enero y el 13 de mayo, en dos choques del calcio . Evidentemente, la inactividad es esencial en sus recurrentes lesiones, algo que el cuerpo técnico y médico del Ciclón no tomaron en cuenta. Más tarde, dos goles en contra y dos expulsiones profundizaron la crisis final. La que empuja a Caruso Lombardi a una lógica salida. ß
lanacionar