Cristiano movió los cimientos de un estadio Calderón con destino de demolición

Dentro de algunos meses, cuando deje de ser un estadio y en su lugar empiece a levantarse un complejo habitacional, el Vicente Calderón enmudecerá de sonidos futbolísticos. Ayer, Cristiano Ronaldo acalló a una multitud con un hat-trick, en el que debería ser el último Derby antes de la mudanza del Atlético de Madrid a la Peineta, salvo que la Champions League o la Copa del Rey le vuelva a poner en el camino al Real Madrid.

A poco tiempo de una votación que después de varios años irá desdoblada (France Football sigue con su tradicional Balón de Oro y FIFA instauró el premio The Best), Cristiano Ronaldo dio un gran golpe de efecto frente a dos de sus principales competidores por las distinciones: Messi amaneció con una indisposición y vómitos que lo dejaron afuera del partido ante Málaga y Antoine Griezmann fue bien controlado por la defensa de Real Madrid.

El Derby pareció un viaje en el tiempo, a las épocas previas a la llegada de Diego Simeone (diciembre de 2011), cuando Real Madrid le ganaba siempre al Atlético de Madrid, y más de una vez lo goleaba. En más de cuatro años, el Cholo cambió esa dinámica, su equipo consiguió victorias importantes (7 en 21 partidos), aunque se quedó en el umbral de un éxito histórico en las dos finales de la Champions League, en las que Real Madrid sufrió hasta último momento.

Cristiano Ronaldo, con un tiro libre (la pelota se desvió en Varane), un penal (Savic le cometió la falta) y un toque para coronar un estupendo contraataque conducido por Bale, empujó más a la confusión a un Atlético de Madrid que no estaba acostumbrado a dudar, que hacía de sus convicciones y firmeza un credo irrenunciable. Es el comienzo de Liga más flojo -quinto puesto, con la posibilidad de que hoy lo pase Real Sociedad- desde que está Simeone y además tiene un promedio de gol recibido de casi uno por partido (11 en 12). Es la primera vez que le marcan en cinco cotejos consecutivos por la Liga, y cayó en tres de las últimas cuatro fechas.

En el medio surgió un debate interno en el club colchonero por una corrección futbolística que hace un tiempo viene intentando el Cholo, que busca tener más juego y posesión con la ubicación de Koke de mediocentro. O sea, un Atlético con más elaboración y menos abocado al contraataque. El retoque fue ligeramente cuestionado por uno de los líderes del plantel, Gabi, que recordó que el equipo no debía resignar la consistencia que lo caracteriza. Gabi juega en el círculo central y es el que más desprotegido se vio al no tener al lado a Tiago o al lesionado Augusto Fernández. Ayer le preguntaron a Simeone si el Atlético era más frágil defensivamente. El técnico hizo una disección del encuentro: "Según cómo lo mires. En los primeros 20 minutos del segundo tiempo no fuimos frágiles. El primer gol vino de un desvío en la barrera". Cuando le insistieron con el tema, el Cholo fue más lacónico: "Varios errores colectivos nos generaron la derrota. Nada más".

No dejó de llamar la atención que, con el 0-1, Simeone reemplazara a Gabi, el único volante de contención definido. La apuesta más ofensiva con los ingresos de Correa y Gameiro (por el Niño Torres) no le salió bien.

No fue el primer triplete de Cristiano Ronaldo en el Calderón; lo había logrado en 2012 con un 4 a 1. El portugués tiene motivos para seguir vanagloriándose de su carrera: llegó a los 18 goles y superó a Alfredo Di Stéfano (17) como el máximo anotador de Real Madrid en el derbi. También alcanzó a Messi y Luis Suárez en la tabla de la Liga, los tres con ocho tantos. El portugués pasó como una tromba y empezó a mover los cimientos de un estadio con destino de demolición.

Barcelona no pudo

Sin Messi, no le alcanzaron 28 remates ante Málaga

Las malas noticias para Barcelona empezaron temprano. El doctor Ricard Pruna se trasladó por la mañana a la casa de Lionel Messi, que por un cuadro de indisposición y vómitos quedó al margen del partido de unas horas después en el Camp Nou. Tampoco estaban el lesionado Iniesta y el suspendido Luis Suárez. Al equipo no le faltó productividad ofensiva, pero sí eficacia. Contabilizó 28 remates al arco sin quebrar el 0-0 que Málaga terminó defendiendo con nueve, por dos expulsiones. “Estoy reventado”, dijo el arquero de Málaga, Kameni, la gran figura con varias atajadas. Barcelona quedó a cuatro puntos del líder Real Madrid.

Mercado, sobre la hora, le dio el éxito a Sevilla

El defensor suele hacer goles importantes. River y el seleccionado se nutrieron de su oportunismo y empuje cuando pisa el área rival. Ayer, Mercado, al tomar un rebote del arquero, marcó el 3-2 de Sevilla ante La Coruña, que ganaba 2-0. Fue el tercer gol del lateral en Sevilla (dos por Liga y uno por Liga de Campeones).