Cúper no entiende las sospechas sobre el crack: "En la Argentina, con Messi siempre hay un pero"

Jugó contra Diego Maradona. Y sufrió. “Ferro-Boca. Me equivoqué en un rechazo, la agarró él, hizo tac y gol de Perotti. Maradona nos ganó el campeonato del 81...”. El paso del tiempo no le quita la amargura a Héctor Cúper. Jugó contra Lionel Messi. Y sufrió. “Lo enfrenté dirigiendo al Racing de Santander. Los agarré a todos mis jugadores y me pasé la semana diciéndoles: ‘Messi se te mueve por acá, tápenle la zurda, vos tapale la zurda, tapale la zurda...’. ¿Y? Dos goles con la derecha me hizo. Cuando el martes volvimos a las prácticas, pensaba ‘¿y ahora qué les digo a estos tipos?’. Son excepciones, aunque vos busqués y busqués la manera…, no podés, contra ellos no podés”. En esa resignación de Cúper también viaja toda su admiración.

–Dirigió en España, Italia, Georgia, Grecia, Turquía, Emiratos Árabes, Egipto… ¿Qué significa por el mundo ser argentino? ¿Cómo nos ven, qué piensan?

–Los argentinos no nos damos cuenta de la visión que tienen en el mundo de nosotros. El argentino es respetado en todo el mundo, al menos a nivel futbolístico; en otras cosas, bueno, no lo sé. Primero, porque gusta su carácter. Segundo, por su manera de trabajar, porque en algunos lugares el entrenador está en una oficina y frente al plantel sus asistentes, pero al argentino le gusta a él estar en el campo. Adonde vayas somos respetados, mirá que yo he girado un poco por el mundo… Tenemos una personalidad fuerte, no somos dóciles. El argentino que es contratado no se somete. No, no, no, ‘‘si usted me contrató, por lo menos vamos a charlar y a ponernos de acuerdo’’, decimos. En un momento, eso mucho no gustaba porque nos tildaban de soberbios, ‘‘estos creen que se las saben todas’’, decían. Y no es que nos las sabemos todas, es nuestra forma de trabajar: somos arrebatadores, apasionados, efusivos, mostramos todo..., y eso chocaba. Pero ahora no. Ahora el mundo dice: ‘‘Che, traigamos argentinos’’. Y eso es fantástico.

–¿Y Messi qué representa en el mundo?

–Yo ando por todo el mundo árabe, por los Emiratos, por el Golfo… Y el Messi/Argentina, Messi/Argentina es automático. Es respetado y querido en todo el mundo. Yo miro al Barcelona porque me gusta mirarlo, pero lo miro porque juega Messi. Si mañana se va al Bilbao, miraré al Bilbao. Yo no me puedo explicar por qué acá…, no digo que no lo quieran, pero siempre hay un pero. No lo entiendo. ¿Te digo la verdad? No lo entiendo. Quizá la gente quiera que gane con la Argentina… es probable. Quizá sean sus frustraciones…, pero ese no es un problema de Messi.

–A partir de lo que arrojó el sorteo, ¿qué Mundial se imagina en Rusia?

–Nadie está diciendo… ‘‘¡Uhhh, mamita, qué grupo terrible!!’’. Pongamos Egipto: creo que nadie da los tres puntos por ganados contra nosotros. Creo que nos consideran incómodos. En estos torneos cortitos hay factores que pueden influenciar en los resultados. Es un partido. Yo tengo que jugar con Uruguay un partido, y a lo mejor ese día Uruguay está más o menos y nosotros estamos muy bien. Ahora, si tuviéramos que jugar cinco partidos..., faaaaaaa, de cinco tendría que ganarle tres para pasar. Pero un partido es un partido. Mirando todas las zonas, está todo muy equilibrado. Nadie tiene motivos para quejarse ni para decir ‘‘ya estoy muerto de entrada’’. Creo que todos están diciendo ‘‘vamos a ver, vamos a ver qué pasa con nosotros…’’.

–En una entrevista con LA NACION, el Maestro Tabárez lo elogió mucho a usted. Y adelantó un partido “dificilísimo” contra Egipto en el debut.

–Yo espero que tenga razón, que no le sea fácil ganarnos. El colectivo tiene que estar por encima de todo. Y en ocasiones el colectivo tiene que ser casi perfecto. Y digo casi porque la perfección no existe. Me pongo a pensar y vamos a tener enfrente a Suárez y a Cavani…, no tenés que tener errores. Y si tenés uno, Suárez le tiene que pegar mal. Eso no quiere decir que no tengamos fe y esperanza. Egipto tiene muchos deseos de jugar un Mundial y ese es un punto a favor. Seguramente Tabárez, por eso le dicen Maestro, también estará hablando del momento que atraviesa Salah con Godín, con Giménez… Todos nos respetamos. No se puede subestimar a nadie.

–¿Ni la Argentina a Islandia?

–No. No, no, a nadie. Argentina estudiará y dirá ‘‘ojo acá y ojo acá’’, pero no va a cambiar su manera de jugar. Cuando vos tenés varias y muy buenas individualidades es cuando más tenés que reforzar el colectivo.

–¿Considera que Alemania o España están algunos peldaños más arriba? ¿Y ubica a la Argentina entre los favoritos?

–Sí, y eso es totalmente entendible. Porque hay razones: Alemania es el último campeón, tiene un equipo muy fuerte, tiene experiencia, tiene recambio. Y tiene una historia; vos me podrás decir que la historia no gana partidos, ya lo sé, pero hay una historia. Y así podría nombrar a la Argentina. Es cierto que hace tiempo que no gana un título, pero tienen nivel…, tiene historia, tiene grandísimos jugadores. Vos tenés que poner a la Argentina entre los candidatos.

–Alguno más...

–También Francia es para considerar; el otro día, en el sorteo del Mundial en realidad, hablaba con Deschamps y justamente me decía que está buscando un colectivo fuerte, porque jugadores... pucha si tiene: Griezmann, Pogba, Mbappé, Benzema, Giroud... . ¡Y Brasil! Tite le ha encontrado la vuelta: jugadores y sistema. Y eso es difícil, se han puesto a disposición grandes figuras. A veces cuando vos tenés muuuuuuuuchas figuritas, lograr ese compromiso es relativo. Ahora, también tenés que saber que si tenés a Messi parado en un lugar al rival con uno no le va a alcanzar, entonces vos le decís: ‘‘Está bien, vos no te preocupés, no me corras ni presiones, si vos vas a tener dos encima, ahí ya estás ayudando’’. Y si alguno lo deja uno contra uno, estupendo…

–¿Qué opina de Sampaoli?

–Es un técnico trabajador. Es un tipo que trabaja muchísimo, no se queda nunca quieto, está siempre haciendo cosas. Tiene una eficiencia… si todo eso que él hace lo puedo volcar, fantástico.

–¿Cómo vivió la incertidumbre que acompañó a la selección argentina rumbo a su clasificación para Rusia?

–Dividido entre el análisis y el corazón. Desde el sentimiento me decía: ‘‘No no, cómo Argentina se va a quedar afuera’’. Pero Italia se quedó afuera. No puedo opinar mucho porque uno debe conocer un poquito más, pero en un momento no estaba nada fácil. ¿Argentina afuera? Noooo, me decía. Tenemos a Messi, a Agüero, a Di María, no puede ser… Pero alguna preocupación tenía; no quería ser antipatria, pero… Yo pensaba, quizá para tranquilizarme: ante un ultimátum, va a aparecer. Y sucedió, en Quito. Y eso fue una cosa extraordinaria, y para el Mundial va a ser extraordinario. Cuando uno conoce un poco el barro, no viene mal. A lo mejor fue un sacudón de humildad o como vos lo quieras llamar, pero para mí ha sido muy importante. Y para mí, la Argentina va a llegar a la final, estoy convencido.

–¿Contra quién?

–Me gustaría decir Egipto…, no sé, no lo sé.