Daniel Angelici rompió el silencio: Riquelme, la herencia que dejó en Boca y la pelea con Tapia
Fue más de un semestre en el que la cara y la voz de Daniel Angelici evitaron cualquier tipo de contacto público. Antes de las elecciones del 8 de diciembre, en las que el oficialismo que lideró de 2011 a 2019 cayó derrotado duramente por el regreso al gobierno de Jorge Amor Ameal, ya había preferido callar: en su última conferencia de prensa como presidente de Boca, el 22 de noviembre, se había sincerado con la sentencia de que la presencia de Juan Román Riquelme hacía más difícil la elección, pero exponiendo su convicción de que no era imposible el triunfo en las urnas.
Aquellas frases fueron una manera de mostrarse fuerte. Sin embargo, el Tano estaba débil. Ya conocía el desenlace de una triste película para él y su gestión de dos mandatos continuos, en la que los éxitos dentro de la cancha habían sido pobres en una década en la que, encima, River lo empezó a someter en cada enfrentamiento internacional. Y este lunes lo reconoció en diálogo con La Oral Deportiva: "Cuando Román decidió participar, sabía que las elecciones estaban terminadas. Con su presencia y habiendo perdido tantos partidos con River, era muy difícil ganar". En aquella última aparición había deslizado que el ídolo había pedido mucha plata para estar con una lista u otra, algo a lo que no quiso hacer referencia sobre el cierre de la entrevista: "El tema está cerrado, no hablo más de eso".
Al que sí le pegó fue al actual mandamás de la entidad xeneize, dándole continuidad a la "guerra" que existió por esos días. Desde la asunción, el nuevo gobierno jamás dejó de informar que la economía del club no estaba tan bien como lo afirmaba el ex presidente. Él se encargó de dar su verdad, con números: "A Ameal le dejamos en caja 8.300.000 dólares (afirman que no encontraron plata en caja) y un club sin deudas. Estaba proyectado cerrar el presupuesto en 900 millones de pesos. Como dejamos una gran gestión, Boca no tuvo que pedirle ahora ayuda al gobierno", aseguró el Tano.
"A mí me hubiera gustado que él me entregara las finanzas (en 2011) como yo se las entregué. Me dejó un club sin plata y con deudas. Cuando yo asumí, Ameal tenía una agencia de turismo en el club. Y yo jamás usé nada del club. Ni plata, ni la tarjeta, ni el auto, ni el teléfono...", redobló la apuesta Angelici.
Claro que también hizo autocrítica sobre la derrota en los comicios. "Me hago responsable. Fui yo el que eligió al candidato (Christian Gribaudo)". Recordemos que, incluso, tuvo tires y aflojes constantes con su amigo Mauricio Macri sobre esa cuestión: el ex presidente de la Nación prefería, por ejemplo y entre otros, a Andrés Ibarra.
A la par, describió las decisiones de su gestión que, según él, eran merecedoras de continuidad para presidir la institución. "Mi labor fue honesta. Hicimos las obras necesarias, firmamos grandes contratos, como el de Adidas, en un país normal en el que las empresas no se atreven a apostar demasiado. Hicimos un Centro de Alto Rendimiento en el Complejo Pompilio y un predio muy bueno en Ezeiza. El mismo que hoy ellos utilizan y que en el pasado tanto criticaron", dijo Angelici, con la conciencia tranquila. Aunque con una deuda futbolística indudable: "Hay gente que valora la gestión. Otros, lo deportivo. Y hay quienes sólo quieren ganarle a River. Por algo ganamos todas las mesas de vitalicios y la diferencia la hizo el voto joven. Obvio que me hubiese gustado ganar doce títulos en vez de seis. Igual el fútbol siempre te da revancha. Estoy seguro que se van a volver a cruzar Boca y River en la Copa, y Boca va a ganar".
Quizás, entre sus frases más fuertes y sorpresivas estuvo Claudio Tapia, presidente de AFA, del cual era muy cercano: "Hace rato no hablo con él, desde diciembre. Porque él fue por un camino que no era el que habíamos acordado. Lo rompió. Hoy no lo apoyo. No me parece ni bien ni mal, pero la AFA está manejada por él, Toviggino (Pablo, Secretario Ejecutivo) y los amigos que Tapia tiene ahí. Lo que sí me sorprende de esos dirigentes es que no hayan agarrado la tesorería. Los clubes de Primera son los que generan los recursos, por eso debería estar en mano de uno de ellos".
Se refirió a la renuncia que todavía no presentó como vicepresidente 1° de AFA y que en Boca esperan hace rato: "Ni Tapia ni el Comité Ejecutivo querían que renuncie. El puesto es mío, no de Boca. Si no, hubiese dejado el cargo como lo hice en la Asociación de Clubes del Mundo", sentenció, mientras que dio su apreciación sobre lo que vive el fútbol argentino, entre la decisión de crear la Liga Profesional de Fútbol para eliminar el doble comando que producía la Superliga y la polémica determinación de quitar los descensos por la difícil situación económica.
"Sin los descensos, el fútbol se va a nivelar hacia abajo. Y volver a jugar con 28 o 30 equipos en una Primera División me parece una locura. Me parece desacertado que disuelvan la Superliga. Es un retroceso porque en todo el mundo hay asociaciones y ligas profesionales".
Tras casi siete meses reapareció un Daniel Angelici que tenía mucho para decir.