El torneo Clausura. Dos jugadas polémicas elevaron la temperatura
Los futbolistas de Boca se enojaron con sus rivales por "falta de compañerismo"; también, por el tanto anulado a Figueroa
Ya hacía varios minutos que Federico Beligoy había terminado el encuentro y en el vestuario de Boca el aire aún olía a hastío. Dos fallos arbitrales generaron más bronca que el propio 0-0. La acción que más ruido despertó ocurrió a los siete minutos del segundo tiempo. De espaldas al ataque de su equipo, Leandro Lazzaro saltó para peinar una pelota y, en el aire, impactó con el codo el rostro de Hugo Ibarra. Mientras el defensor yacía en el suelo tomándose la cara, la jugada siguió y finalizó con una definición de Morel, que contuvo Abbondanzieri.
Sólo ahí el partido se detuvo. Furiosos, los jugadores de Boca les recriminaron a sus colegas de Tigre por la falta de solidaridad. Battaglia, Vargas y el Pato eran los más exaltados. Entre gritos y empujones les reprocharon a Castaño, Luna y Lazzaro por dos jugadas del primer tiempo en las que Fontanello había caído y ellos mismos habían detenido el juego.
"Me enojó su actitud. No tuvieron compañerismo", reconoció Battaglia. "Era roja para Lazzaro", reclamó Figueroa.
Hasta Ischia debió ser contenido por sus asistentes. "Me puse loco cuando vi que los jugadores de Tigre seguían la jugada, porque no estaba bien. Nunca me la agarro con un rival, menos con los jugadores. Pero son actitudes que no están bien. El codazo de Lazzaro fue para roja directa", apuntó el entrenador antes de analizar el encuentro.
No fue la única polémica. Figueroa, que había perdido tres posibilidades claras para convertir, acertó en la cuarta, pero su gol fue anulado por posición adelantada. En el momento, nadie se quejó, pero más tarde, al enterarse del error de Beligoy, los hombres de Boca mostraron su disconformidad. "Esta vez el juez se equivocó en contra nuestra y lo pagamos", sostuvo Roncaglia. "Da bronca que te anulen un gol porque no es fácil convertir. Pero ya está. Jugando así vamos a ganar este tipo de partidos", se esperanzó Figueroa.
A diferencia de la jugada anterior, en ésta Ischia no se enojó. "Si el línea levantó la bandera fue porque para él se trató de offside . A veces, algunos fallos te favorecen; a veces, algunos te perjudican. El problema es que lo único que resaltan son aquellos que nos benefician", comentó, irónico.
La conformidad por el rendimiento fue opacada por una sensación de amargura. No tanto por llevarse sólo un punto de Victoria. Lo que más les molestó fueron los dos fallos arbitrales que, a su juicio, podrían haber modificado el curso del partido.
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