Eduardo Salvio ya se puso la camiseta de Boca: es el tercer refuerzo xeneize
Gustavo Alfaro se mostró preocupado una vez que Boca finalizó su gira en Estados Unidos y México. A los flojos desempeños individuales y colectivos se le sumó que los xeneizes sufrieron (y sufren) en el presente mercado de pases. Sin embargo, en las ultimas horas llegaron buenas noticias: tras las llegadas de Alexis Mac Allister y Jan Hurtado, y el casi seguro desembarco del italiano Daniele De Rossi, se sumó la llegada de Eduardo Salvio, que arribó a nuestro país para firmar su contrato por tres temporadas y vestirse con la camiseta azul y oro.
Proveniente de Portugal, el ex Lanús llegó sonriente al aeropuerto de Ezeiza de la mano de sus hijos, pero no hizo declaraciones hasta tanto rubrique su vínculo con la entidad xeneize.
En España, el presidente Daniel Angelici se contactó una vez más con el entorno de Salvio y lograron un acuerdo. Por esa razón el jugador no viajó hacia Estados Unidos para completar la pretemporada de amistosos con Benfica. Sin posibilidades de concretar un préstamo, Boca le compraría la totalidad de su ficha por una cifra cercana a los ocho millones de euros. Así, a una de las novelas del invierno solo le resta la firma del contrato, que se producirá en las próximas horas.
Según trascendió, Salvio va a tener uno de los contratos más altos del plantel. En Portugal, el exjugador de Lanús había renovado a principios de 2019 por 2.200.000 euros por año. Según la información del diario deportivo a Bola, al club portugués le quedarán "6 millones de euros" limpios.
Salvio, de 29 años, es un futbolista con un ida y vuelta constante. Entre otras cosas a Boca podrá aportarle velocidad y desequilibrio por el costado derecho de la cancha. Toto arrancó su carrera en Lanús como delantero, pero hace años que se acostumbró a jugar como volante.
Hasta el momento el listado falso de posibles refuerzos de Boca suma apellidos de los más variados, entre los que se destacan el brasileño Dani Alves, los chilenos Arturo Vidal y Gary Medel, y el francés Gignac. Varios de ellos, claro, en medio de una lista interminable de nombres que no estuvieron ni cerca de vestir la camiseta azul y oro. Pero lo que más dolió en las entrañas del club de la Ribera fue que no lograron concretar acuerdos con Maximiliano Meza y Éver Banega, dos futbolistas más "terrenales". Salvio, también, era una pieza difícil en la que los xeneizes venían trabajando desde hace mucho tiempo.
En estos días Boca se termina de poner a punto para lo que será el compromiso ante Athlético Paranaense por los octavos de final de la Copa Libertadores. El encuentro de ida se jugará el 24 de julio en Curitiba, mientras que la vuelta será el 31 del mismo mes en la Bombonera.
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