El Alavés de Pellegrino dio la gran sorpresa en el Camp Nou
El equipo del técnico argentino le ganó 2 a 1 a Barcelona, que no tuvo a varios de sus titulares y no le alcanzó con incluir a Messi en la última media hora; falla de Mascherano en un gol
"Imposible no hay nada. El fútbol te permite soñar que puedes hacer cosas importantes", había dicho Mauricio Pellegrino en la conferencia de prensa previa al partido. Pudieron haber sido unas palabras de circunstancia, de alguien que se aferra a un milagro para contrarrestar lo inevitable. Pero la declaración del director técnico argentino terminó siendo profética. Su equipo, el recién ascendido Alavés, que sólo una vez en la historia -en 2000- había triunfado en el Camp Nou, dio una de esas sorpresas que escasean en la Liga de España.
El conjunto de Vitoria aprovechó todas las concesiones que dio Barcelona con su alineación y se impuso 2 a 1. Al defensor del título le salió mal el cálculo de presentar una formación no habitual, supeditada por dos factores que el entrenador Luis Enrique tuvo en cuenta: en los últimos días recibió a varios jugadores con el desgaste de la fecha FIFA por las eliminatorias y Barcelona, pasado mañana, debutará ante Celtic por la Liga de Campeones. Parecía la ocasión propicia para que Lionel Messi, en recuperación de un dolor en el pubis, ocupara el banco, al igual que Luis Suárez, de gran despliegue el último martes en el 4-0 de Uruguay a Paraguay. También entre los relevos estuvieron Andrés Iniesta y Jordi Alba. Por el lesionado arquero Ter Stegen debutó el holandés Cillessen, procedente del Ajax. De centrodelantero se presentó Paco Alcácer, recién llegado de Valencia. El lateral Digne disputó el segundo partido con la camiseta azulgrana; el volante Denis Suárez, el tercero. Volvió Neymar, que no se vestía de Barcelona desde mayo, luego de llevar a Brasil a la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos y de encabezar la reacción en las eliminatorias con la nueva conducción de Tite.
El carácter provisional de la alineación fue un lastre que Barcelona pagó con la derrota. Nada le salió bien. Hasta uno de lo más confiable falló: Javier Mascherano le erró a un despeje en la entrada al área y le dejó la pelota a Ibai Gómez, que encaró, se sacó una marca de enseguida y anotó el segundo gol. Cuatro minutos antes había ingresado Messi para disputar la última media hora.
Luis Enrique ensayó una autocrítica: "Soy el máximo responsable de todo lo malo que suceda. No habíamos contemplado el 4-5-1 de Alavés. Busqué a la mejor formación para este partido. La trabajé con la misma seriedad de siempre, pero tuvimos errores de posicionamiento y fragilidad defensiva".
Con un presupueto austero y sin grandes contrataciones, a Pellegrino le esperó un duro comienzo de torneo. En la primera fecha visitó al Atlético de Madrid, con un empate 1 a 1. En la jornada siguiente igualó de local ante Sporting Gijón y ayer dio el batacazo.
Barcelona fue el primer club de Pellegrino en su desembarco a Europa como futbolista. Se incorporó en 1998, sobre el cierre de libro de pases, cuando el club no pudo darle el gusto al Louis Van Gaal de contratar al zaguero Frank De Boer. El técnico holandés había dejado en claro que el defensor surgido de Vélez no era su prioridad: "Es como un alquiler por un año". En efecto, cuando en el mercado de pases de mitad de temporada se concretó el pase de Frank De Boer, Pellegrino tuvo menos participación. El día de su presentación oficial, el ex conductor de Independiente había sido sincero: "Dios no me dio el don de la velocidad".
Al cabo de un año, se fue de Barcelona como campeón de la Liga. En Valencia, con Cúper y Rafa Benítez en el banco, fue uno de los referentes: festejó la conquista de dos Ligas y fue dos veces subcampeón en la Liga de Campeones. Su carrera como futbolista en España finalizó en Alavés, que hace un par de meses le abrió las puertas para una segunda experiencia como entrenador en España, tras un paso fugaz por Valencia.
Con su sobriedad habitual, Pellegrino analizó la victoria de ayer: "Un abismo nos separa de Barcelona. Tratamos de que no estuvieran cómodos y hacer nuestro juego. Estuvimos correctos defensivamente. Esperábamos que nos llegasen más". Barcelona no funcionó para conseguir un éxito que hubiera sido de rutina, y que para Alavés fue histórico.
Más leídas de Fútbol
"Nunca muere". En Madrid celebran al "Rey" de la Champions y al arquero-récord, pero en Barcelona se lamentan por Guardiola...
"Machista". El polémico comentario de Ramón Díaz en el que puso en duda que las mujeres puedan dirigir el VAR
"Buscamos ser diferentes". La revolucionaria estrategia de marketing aplicada por un club francés para llenar su estadio