El arco de River: Augusto Batalla, otra vez en el ojo de la tormenta por una equivocación

Augusto Batalla hizo su presentación oficial en la primera de River el 3 de abril de 2016. La noche en Paraná ante Patronato le dejó un sabor agridulce: se equivocó en el 2-1 del rival, cuando no contuvo el tiro de Carrasco y la pelota se metió luego de rebotar en su cabeza. Con aquel pequeño tropiezo comenzó la historia de un arquero que debió afrontar la difícil tarea de suplir a Marcelo Barovero, y que continúa dejando dudas en situaciones decisivas.

Ayer, en su partido N° 44, falló en la salida de un tiro libre que Belluschi hizo caer al área y despejó mal la pelota, que rebotó en Díaz y terminó siendo el 2-1 de San Lorenzo. El resultado le quitó la posibilidad a River de superar o alcanzar al líder Boca y dejó nuevamente a Batalla en el ojo de la tormenta en un encuentro vital.

“Es una pelota que le cae con mucha gente y se le mete. Fue una buena ejecución y no la pudimos rechazar. Es una pena porque ese gol nos significó ir a buscar más todavía. En estos momentos hay que tener tranquilidad, bajar ese nivel de bronca y de preocupación. Cuando hay errores, lo mejor es digerir la bronca y después hablar con tranquilidad, porque es mucha y hay que masticarla”, atinó a decir Marcelo Gallardo.

A su vez, el capitán Leonardo Ponzio bancó a su compañero: “Todos nos equivocamos, tenemos nuestros errores. Está dentro de las posibilidades. Se trata de hacer lo mejor dentro de la cancha. Tenemos 15 días para recuperarnos de cara a lo que va a venir. Cada uno hace autocríticas, individuales y grupales. Todo se habla”.

No es una situación aislada para el joven de 21 años. La más reciente se dio en el último superclásico, cuando quedó expuesto en el gol de Gago. Aquella vez, con la victoria del equipo por 3-1 y una doble tapada suya en el cierre, ahuyentó fantasmas y pasó de villano a héroe. Ante el Ciclón, no tuvo esa posibilidad de mostrar su fuerte personalidad que, a pesar de que puede ser un arma de doble filo, lo ha ayudado a sacar adelante momentos duros.

Tiempo atrás, dos partidos que eran trascendentales también lo marcaron: la mala salida en el primer gol de Tevez en la victoria 4-2 de Boca en el Monumental en diciembre pasado y sus dos errores en los goles de Musto y Ruben, días después, en la final de la Copa Argentina, que River ganó por 4-3. Esa noche, el gol de Alonso evitó que las miradas se posaran en él, pero al siguiente partido, el DT lo reservó y ante Olimpo, en la fecha 14, hizo debutar a Bologna.

En su segundo semestre como titular, tras aquellos nubarrones en el cierre del 2016, llevaba buenas actuaciones –se destacó con Belgrano, Emelec y Atlético Tucumán, entre otras– pero también dejó la puerta abierta a los cuestionamientos por sus débiles respuestas en los goles de Godoy Cruz (2-1) y Sarmiento (1-1), más la historia reciente con Boca y San Lorenzo. La apuesta de Gallardo, con altibajos, sigue dejando incógnitas. Mientras, sin fecha el próximo fin de semana, Batalla debe volver a salir de una situación delicada.